Sólo teniendo en cuenta que el sentido
crítico es algo que todo el mundo sabe que existe, e incluso lo
alaba, pero luego son pocos los que le encuentran alguna utilidad y
deciden usarlo se entiende que basta con darle el nombre de religión
a cualquier cosa para que enseguida se le considere digna de respeto.
Y no, las religiones, como todo, hay que
examinarlas de arriba abajo. Sin embargo, sorprende que muchos de los
que son capaces de cuestionar aspectos concretos de la religión
católica, todavía mayoritaria en España, acepten sin rechistar
cualquier cosa que venga de otras religiones. Un buen número de los
que pugnan por conseguir la retirada de los símbolos católicos en
los centros públicos se pliegan a las peticiones musulmanas.
Pero para el Islam no existen el Bien y
el Mal, sino tan solo la voluntad de Dios. Este detalle es elocuente
y obliga a desconfiar de quienes practiquen esta religión, porque
por muy ejemplares que hayan sido sus vidas hasta el momento, el
peligro está latente. Alguien que tenga autoridad sobre ellos puede
decirles que Dios quiere esto o aquello. Eso no puede ocurrir en el
catolicismo, puesto que todo el mundo sabe lo que es el Bien y lo que
es el Mal. Otra cuestión inquietante es que Islam significa
sumisión. El Islam castra a los individuos.
Encima ahora hay que soportar que alguien
que practica el Ramadán maneje una grúa, conduzca un autobús, o
pilote un avión, con el riesgo que supone. Pero no sólo eso, los
que tengan tareas que no supongan riesgo disminuirán su
productividad, perjudicando a las empresas que les pagan y a los
demás trabajadores.
Por tanto, los musulmanes que vengan a
nuestro país deben adaptarse a lo que hay, si no les gusta el jamón
que dejen comerlo a los demás, si quieren practicar el Ramadán que
cojan vacaciones, si ven crucifijos en las aulas que dejen que sean
los nativos quienes decidan sobre ello.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Atlas del bien y del mal'
'Los dados'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Atlas del bien y del mal'
'Los dados'
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