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domingo, 3 de abril de 2011

Obama defiende la intervención en Libia

Es una obligación humanitaria, añade. Y es cierto, tal y como estaban las cosas allí hacía feo permanecer impasibles. Lo que ocurre es que Gadafi, al forzar la intervención de Estados Unidos y sus aliados ha puesto de manifiesto sus contradicciones. Obama, consciente de ellas, dijo también que Estados Unidos no puede usar su fuerza militar en cualquier sitio en el que hay represión.
Pero esa no deja de ser una afirmación hipócrita, porque si bien es cierta dicha así, ya no lo es si se añade la parte de verdad que falta y es que Estados Unidos apoya a gobiernos represores. Estados Unidos no puede permanecer impasible ante la masacre que está llevando a cabo Gadafi en Libia, pero no se inmuta ante la que lleva a cabo Mohamed VI en el Sahara. Los saharauis tienen los mismos derechos como personas que los libios, pero en este caso Obama agasaja al represor. No sólo él, también lo hacen otros defensores de los Derechos Humanos, como Sarkozy y Zapatero entre otros.
Y no sólo ocurren estas cosas en Marruecos y Libia. Otros dictadores son también aliados de los gobernantes de los países democráticos y mantienen a raya a sus ciudadanos con las armas que han comprado en éstos.
Los tiempos en que la hipocresía era una herramienta de primer nivel se han terminado. La tecnología actual impone nuevas formas de proceder, hoy todas las noticias se difunden rápidamente y no hay modo de camuflar la verdad de las cosas.
Estados Unidos no puede arrogarse el papel de gendarme del mundo, porque es muy caro y porque para ello necesitaría ser un país extremadamente virtuoso y capaz de dejar de lado el egoísmo nacional. Si no es así, cualquier cosa que hiciera sería mal vista en el resto del mundo.
Por tanto, el papel de gendarme del mundo corresponde a la ONU. Los países democráticos deberían dar ejemplo y respetar y cumplir todas sus resoluciones. El trato con países dictatoriales, por parte de los democráticos, debería estar sujeto a algunas condiciones.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Aminetu Haidar y Darío Valcárcel

Hace unas fechas, Darío Valcárcel trató con desparpajo el episodio que Aminetu Haidar decidió protagonizar en defensa de su dignidad, cuando lo que esperaban quienes la atropellaron es que rumiara su desamparo por las esquinas. Escribió el Señor Valcárcel que Aminetu Haidar se comportó despectivamente con el país que la acogía, cuando lo cierto es que el gobierno español fue cómplice del marroquí. De no ser así, otro hubiera sido el desenlace.
Con el mismo desparpajo ignora
Darío Valcárcel que Marruecos viola sistemáticamente los derechos humanos de los saharauis. Pero ya se sabe la suerte que les toca a los pobres. Tras el fin de la huelga de hambre, el Polisario interpretó que había sido una victoria de su causa. No era cierto, alguien tuvo la habilidad de encontrar una fórmula que ni Aminetu Haidar ni el Frente Polisario podían rechazar. Evitada la muerte, que habría constituido un escándalo internacional difícil de manejar, ahora todo se reduce a Marruecos endurezca las medidas contra los saharauis, mientras la ONU, y los gobiernos español, francés y estadounidense hacen la vista gorda. Fatimetu Mint Rahel fue a visitar a Aminetu Haidar a su casa, en donde cumple arresto domiciliario, y a la salida fue detenida, interrogada y golpeada. Así se las gasta Mohamed. Una vez que ha comprobado la fuerza de la Ghandi saharaui no volverá a darle otra oportunidad de sobresalir internacionalmente. Los métodos para anulara ahora son otros.
Es curioso ver como callan ante un caso particular quienes lanzan grandes proclamas en el ámbito general, cosa que hace muy bonito y que no compromete a nada, como se va viendo. Cualquier error que se le pueda achacar a un pobre sirve como excusa para abandonarlo entre las garras del mal, mientras a los poderosos se les perdonan grandes atrocidades. La excusa de que Marruecos es un dique para el terrorismo islámico no sirve: la injusticia sirve para generar vocaciones terroristas.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Bien por Rosa

Algunos políticos, haciendo gala de un egoísmo descarnado, dan rienda suelta a su charlatanería, para manipular los sentimientos de la gente. Ah, si los hindúes hubieran seguido las recomendaciones de Gandhi. Probablemente, ahora habría mucha menos pobreza en la India. Pero las ideas sólo suelen ser atendidas por unos pocos. Es difícil que la mayoría comprenda sin más el valor de una sola idea. Si no fuera así, la humanidad hubiera seguido desde el principio las ideas de Sócrates y nos hubiéramos ahorrado muchos líos y muchas guerras. Pero los sentimientos son variables y manipulables y hay hasta clérigos de alta graduación colaborando en el intento. ¿Será pecado?
Rosa Díez, en cambio, ha ido a preocuparse por las personas. En este caso, por los
hijos de Aminetu Haidar. A nadie se le puede ocultar que están en peligro. ¿Cómo no iban a estarlo si Mohamed VI ejerce un poder despótico sobre su pueblo? Uno de los hombres más ricos del mundo es el rey de uno de los países más pobres. Se ha anexionado el Sahara por la cara, pasándose por el forro todas las resoluciones de la ONU.
Aminetu Haidar sólo defiende su dignidad, lo único que pide es volver a casa con dignidad. Para Sócrates su dignidad también valía más que su vida. Mohamed VI está acostumbrado a pisotear la dignidad de los demás, los ministros que envió a España hace poco demostraron que la desconocen, y aún exige que sea ella quien le pida perdón.
La policía marroquí tiene constantemente vigilados a los hijos de Aminetu Haidar, y su vida no es fácil, ya procuran los secuaces del dictatorial rey que sea así. Pero gracias a
Rosa Díez, que con este gesto defiende el honor español, están un poco más protegidos. Si te nombran, te protegen, dice.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Aminetu Haidar

El patético rey de Marruecos, cada vez más impaciente, ha optado por expulsar de su casa a la que es conocida como la Gandhi Sarahaui, la valiente Aminetu Haidar. ¿Qué es lo que estará haciendo además de eso? La prepotencia es propia de cobardes, seres gallináceos que picotean sin piedad. El valor, ya lo dijo Julián Marías, es la mejor de las cualidades humanas.
En este mundo lleno de personas grandilocuentes, que parece que hayan venido al mundo a explicar lo que hay que hacer para erradicar la injusticia, una mujer surgida del más humilde de los pueblos ha de hacer huelga de hambre para defender sus derechos. Hay que recordar que Peter Van Walsum, el anterior enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, reconoció que la legalidad internacional está del lado del Polisario, pero advirtió de que el Sáhara no tiene fuerza para defender su derecho. Eso es vergonzoso para Estados Unidos, para Francia y para España y para las demás naciones en general.
Para España la vergüenza es doble, porque fue la potencia colonizadora y la que abandonó el territorio, dejándolo a merced de los depredadores, después de no haberle prodigado los cuidados que merecía. En España es en donde está haciendo la huelga de hambre Aminetu Haidar. No tiene ni punto de comparación esta huelga de hambre con la de De Juana, que no tenía ninguna justificación para hacerla y, sin embargo, se tuvieron demasiadas consideraciones con él. A Aminetu Haidar el gobierno español intenta tomarle el pelo, no vaya a ser que se enfade Mohamed y monte cualquier cirio de los que acostumbra.
Sería injusto olvidar, ya que se habla del papel de España en el asunto, que hay un partido español,
UPyD, que está de parte de la razón y la justicia, lo que redime al pueblo español en la medida en que sepa agradecer el detalle.

'Muerte entre poetas'
'Refranes de nuestra vida'
'Tirante el Blanco contado a los niños'
'Esperando a Robert Capa'
'Pan'
'Suárez y el Rey'
'La rosa escondida'
'Una mañana perdida'

viernes, 7 de noviembre de 2008

Hemos decidido, con la ayuda de Dios…

Mohamed VI, ha decidido dar una nueva vuelta de tuerca en sus intentos de doblegar al admirable pueblo saharaui. Ahora, generoso él, dice que va a permitir al pueblo que tiene oprimido que gestione sus propios asuntos. Y dice que lo va a hacer con la ayuda de Dios.
La experiencia demuestra que cuando se tortura a alguien en nombre de Dios, o sea, por su bien, Dios calla.
La experiencia demuestra que cuando se ajusticia en nombre de Dios, Dios calla.
La experiencia demuestra que cuando se atropella a un pueblo en nombre de Dios, Dios calla.
La experiencia demuestra que quienes invocan a Dios para cometer sus tropelías ni creen en Dios, ni lo conocen, ni les importa.
Si quienes invocan a Dios con tanto desparpajo, creyeran que existe actuarían de modo muy diferente, puesto que una cosa es pretender engañar a quien quiere ser engañado o a quien está indefenso y otra tomar el pelo al mismísimo Dios.
Estas fórmulas quedarían bien en tiempos pretéritos, pero en la actualidad ya no sirven para engañar a nadie. Haría bien el tal Mohamed en cambiar la plantilla de sus discursos, y decir en lo sucesivo “con la ayuda de Sarkozy, de Bush, de Zapatero, etc., y el consentimiento de la ONU, hemos decidido pasar por encima de los derechos legítimos del pueblo saharaui, porque como dicen los enviados de la ONU la razón, sin una fuerza para defenderla, no sirve para nada.”
Resulta curioso que el Dios que vino a redimir a los pobres, a los oprimidos, a los menesterosos, a los que sufren injusticia, sea invocado por los ricos, por los opresores, por los poderosos, por los injustos, para cometer sus tropelías.
Si el tal Mohamed creyera en Dios, le pediría ayuda para erradicar la pobreza de su país, para lograr la democratización plena, para aumentar el sentido de la justicia suyo y el de sus súbditos. Pero no, lo invoca para hacer maldades.
Si el llamado Mohamed VI creyera en Dios, tendría más vergüenza. Y si no cree en Dios no debe citarlo.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Gustavo de Arístegui y el Sáhara

Imaginemos que una banda de delincuentes entra en una joyería dispuesta a llevárselo todo. El dueño de la joyería, lógicamente, se opone y recurre a la policía. Llega ésta y dice que cada una de las partes debe renunciar a sus maximalismos. Los ladrones dicen entonces que ellos renuncian a la mitad. El dueño de la tienda sigue negándose y entonces la policía le dice que carece de fuerza para defenderse por sí mismo y que ella no quiere hacer nada por ayudarle.
Lo que antecede es idéntico al contencioso que mantienen Marruecos y el Sáhara. Todas las resoluciones de la ONU favorecen al Sáhara y condenan a Marruecos, pero la ONU no está dispuesta a hacer uso de la fuerza para obligar a Marruecos a cumplir lo que se le manda.
La postura de Arístegui es la que se ha dicho antes, que cada una de las partes ha de renunciar a sus maximalismos y que Marruecos ya lo ha hecho. Añade el diplomático español que el Plan de Autonomía de Marruecos para el Sáhara es claramente insuficiente. Un diplomático, por lo que se ve, puede decir, en la misma frase, una cosa y su contraria. Marruecos ha concedido un alto galardón a Arístegui, cosa que, por lo que antecede, no tiene nada de extraña.
El diario El Mundo, del pasado jueves, le atribuyó a Arístegui la siguiente frase: "Cada país tiene que defender sus aspiraciones legítimas, y éstas deben estar en el marco de la legalidad internacional y de las resoluciones de las Naciones Unidas", que suscribiría totalmente el Pueblo Saharaui.
Si se da la razón al más fuerte, en lugar de a quien la tiene, nos podremos encontrar con que el personaje más poderoso del mundo sea alguien tan tiránico como el propio rey de Marruecos, Mohammed VI, o el siniestro Putin. De ahí a lo que describió Orwell en su novela 1984, un paso.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Mohamed VI

El próximo día 10 de noviembre, a las 12 horas, tendrá lugar una manifestación que saldrá de Atocha y se dirigirá hacia la Plaza Mayor, por la independencia del Pueblo Saharaui. Mañana, día ocho, algunos representantes de ese pueblo comparecerán ante los medios, a las 12 horas, en el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid, sito en la calle San Bernardo, 24- 5ª planta, para dar cuenta de los métodos marroquíes. No hace falta que se esfuercen mucho para ser creídos. Mohamed VI acaba de retratarse una vez más ante los españoles, como antes lo hizo su impresentable padre. Ceuta y Melilla son dos ciudades antiguas. El Reino de Marruecos surgió después. No sólo cuenta la geografía, sino también la historia. La vida en Ceuta y Melilla podría ser mucho más agradable, sino fuera por la caprichosa naturaleza de los reyes marroquíes. Ninguno de los argumentos de Mohamed VI se sostiene, por lo que este caballero demuestra una peligrosa debilidad moral e intelectual. Quizá pretenda que los españoles nos sumemos a la conmemoración de la Marcha Verde, que tanta vergüenza nos debería dar a españoles y marroquíes. Al fondo, el pueblo saharaui mantiene intactas sus justas aspiraciones de independencia. Precisamente, la Marcha Verde estuvo motivada por el dictamen del Tribunal de Justicia de la ONU, que reconocía el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Con esa medida de fuerza, el corrupto gobierno marroquí, torció los designios de la Justicia. El ruido que ha logrado hacer con Ceuta y Melilla el vecino reyezuelo no debería hacer olvidar el deber de los españoles de estar junto a los saharauis el próximo sábado, apoyando sus justas reivindicaciones. Lo que no sabe hacer Mohamed VI, a pesar de sus enormes riquezas, es dar de comer a sus súbditos. Para que olviden el hambre, les llena la cabeza de bulos sobre Ceuta, Melilla y el Sáhara. También quiere las Canarias. Todavía no se ha propuesto sacar a su pueblo del subdesarrollo. Lo tendría fácil si llevara a cabo una política de buena vecindad con España. Pero si los marroquíes salieran del subdesarrollo, peligraría su corona. O eso teme.