Creo en la libertad de opinión, pero hay
que tener en cuenta que cuando alguien ingresa en una organización
del tipo que sea ha de respetar su ideario.
En los partidos políticos debería haber
libertad de expresión, y democracia interna, por cierto, pero sin
que las opiniones vertidas se salieran del credo al que se han
adherido y su conducta respetara la lógica disciplina y no dañara
al grupo. Lo que ocurre es que en lugar de debatir ideas se disputan
parcelas de poder.
La Iglesia Católica es la guía
espiritual para mucha gente repartida por todo el mundo, por tanto,
sus integrantes deberían tener asumidas unas cuantas ideas básicas.
Eso por lo menos. Y si resulta que el propio papa pide perdón por
los crímenes por los crímenes contra los pueblos originarios
durante la llamada conquista de América, ya se ve que esas ideas
básicas no interesan, porque con estas actitudes demuestra que lo
que pretende la Iglesia es conseguir 'clientes'.
Estos objetivos detectados en la Iglesia
sirven para explicar que haya tantos curas, monjas, cardenales,
cardenales y obispos que se declaran nacionalistas o que actúan como
tales. Y hasta hay obispos que eran totalmente contrarios al
nacionalismo, que se han vuelto absolutamente nacionalistas, y cabe
pensar que de este modo ha conseguido que se llenen sus templos y
también los cepillos.
Y lo último parece una broma rebuscada.
Hay un 'polaco' catalanista. Se trata de un guaperas llamado
Krzysztof Charamsa, miembro de la Comisión Teológica
Internacional. Este cura no debe de tener ni idea de teología. A
saber cómo habrá conseguido el cargo.
Alguien tendría que explicar que el
nacionalismo es totalmente incompatible con la fe católica y, por
tanto, todos los católicos nacionalistas están en pecado mortal y
se van a condenar. El papa, o alguien que de verdad quiera a sus
fieles, debería decirles que van camino del infierno.
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