sábado, 28 de enero de 2017

El ridículo de Santi Vidal

A estas horas todavía no se sabe si lo que viene diciendo el ex juez es un farol o se ajusta a la realidad, pero dado que los nacionalistas no respetan las leyes, hacen muchas trampas y tienen sus facultades mentales encogidas, a causa de esa nefasta ideología, cabe temer lo peor.
El nacionalismo es incompatible con la democracia, puesto que un demócrata siempre cumple las leyes. Los nacionalistas escoceses sí que cumplen las leyes, pero es porque allí está tan arraigada la democracia que si no lo hicieran no tendrían adeptos.
El nacionalismo es una doctrina que no puede aceptar una ley establecida de forma democrática, pensada para servir al pueblo, necesita establecer la suya, caprichosa, para esclavizar a quienes caigan en sus dominios y obligarles, por ejemplo, a aprender una lengua que hablan cuatro gatos. No a fomentar el uso y el estudio de esa lengua, sino a imponerla por las bravas.
Los autores de la Constitución española deberían estar avergonzados por haber concedido tantos privilegios y ventajas a los nacionalistas; deberían haber sido más cuidadosos y haber pensado en el bien de los ciudadanos y no en demostrar que eran más demócratas que nadie, abriendo las puertas de par en par a quienes debieron quedarse fuera. Queda alguno de los padres de la Constitución que cada vez que habla demuestra que no debió haber sido elegido para ese fin.
El tal ex juez está afiliado a un partido estrambótico, ERC, en el que también están algunos miembros de una banda terrorista, y que dado que es enemigo de España no debería ser legal. Se da el caso de que alguna vez ha formado parte del gobierno, en una alarde de cinismo a dos bandas, del propio ERC y de quienes lo aceptan como socio.
Quienes hayan sido juzgados por este ex juez tienen motivos para dudar de sus sentencias.


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