Hace veinte años, quizá veinticinco,
conversaba con un catalanista valenciano y por algún motivo que no
recuerdo critiqué a ETA. «Ah, no, no se puede criticar a un grupo
que tiene a todo un pueblo detrás», me respondió.
Ahí se acabó, lógicamente, toda la
cordialidad habida hasta el momento. Si una banda terrorista tuviera
todo un pueblo detrás ese pueblo estaría podrido sin remedio. Es
cierto que el pueblo vasco está podrido en gran medida, pero no lo
está todo el pueblo, aún hay núcleos sanos, como Covite, tan
odiado por lo filoetarras, por ejemplo.
El caso es que este catalanista
valenciano había trabajado en una empresa cuyo requisito
imprescindible para formar parte de su plantilla era ese
precisamente. A pesar de ello, no había terminado de entrarle por el
ojito al dueño y había perdido su empleo. Había visto que esa
empresa tenía muy pocas ventas, pero a pesar de ello entraba mucho
dinero en caja.
El asunto es ese, los nacionalismos
pretenden anular a la persona y convertirla en parte de un pueblo.
Todos de uniforme. Esto es muy molesto para cualquier ser humano,
incluso los más acomodaticios tienen que sentirse abrumados.
Esa manera de violentar las voluntades de
la gente que tienen los nacionalistas de cualquier parte, de querer
obligar a los ciudadanos a que hablen en la lengua, o en el dialecto,
que ellos, los nacionalistas, decidan es impropio de cualquier
civilización que se precie, es volver a la tribu.
Ningún pueblo que goce de salud mental
es homogéneo, porque incluso en una finca de diez, doce o catorce
viviendas, cada familia es un mundo aparte.
No me extraña que los nacionalistas
vascos miren con recelo las reacciones que ha suscitado la aventura
loca de los nacionalistas catalanes, no vaya a ser que se produzca el
efecto contagio y además de perder apoyo popular tengan que ver que
Iberdrola vuelva a Valencia y el BBVA se cambie a Madrid.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'El séptimo círculo del infierno'
'La Guerra Civil y la Tercera España'
'Cantos al camino'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'El séptimo círculo del infierno'
'La Guerra Civil y la Tercera España'
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