Se entiende que el presidente del
gobierno viaje en avión oficial por seguridad, porque aunque dice
que hemos vencido a ETA y hace lo posible por llevarse bien con los
musulmanes (o quizá pretenda conseguir sus votos) no se fía.
Del mismo modo se entiende que fuera
imprescindible asistir al concierto, no es lo mismo escuchar a los
músicos en directo que por cualquier otro medio.
Si el presidente del gobierno considera
que debe asistir a un concierto, porque le gusta mucho esa banda, los
españoles le pagamos el viaje muy gustosos, puesto que no nos queda
más remedio que pagar lo más inteligente es gozar imaginando su
goce.
Hay que estudiar ahora qué otras bandas
van a tocar en España en esta temporada y cuanto dinero queda en
caja, aunque eso es secundario, porque ya dijo alguien del gobierno,
en otra vida que tuvo, que el dinero público no es de nadie. En
cualquier caso, queda la opción de aumentar hasta el infinito y más
allá la ya desorbitada deuda que han de soportar nuestros nietos,
biznietos, tataranietos y choznos, puesto que al ser muy jóvenes o
no haber nacido aún no se pueden defender. No tendrán más remedio
que soportar la carga sobre sus hombros, aunque no todos, por
supuesto que no todos. Ya se están encargando Pedro Sánchez y otros
de su misma profesión de que sus descendientes no pasen penurias,
destinadas todas ellas a los de los trabajadores.
Los descendientes de Pablo Iglesias, por
ejemplo, tendrán una casa para vender, que a saber lo que valdrá
entonces, con su parcela y su piscina. O más de una.
La cuestión es que en los mismos albores
de la democracia española los políticos descubrieron que las
espaldas de los trabajadores son muy sufridas y soportan unas cargas
exageradamente grandes sin desfallecer. Pedro Sánchez se ha dado
cuenta pronto, es muy despabilado.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Diccionario de elogios, piropos y voces galantes'
'Atlas del bien y del mal'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Diccionario de elogios, piropos y voces galantes'
'Atlas del bien y del mal'
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