domingo, 15 de julio de 2018

Preveyéndola

Sobre esta cuestión no le hará ninguna consulta a la RAE Carmen Calvo. Me he enterado hace poco del asunto. Consecuencias de no ver la televisión. Ocurrió en 2014, en el transcurso de una entrevista que le estaba haciendo Pedro Piqueras al actual presidente del gobierno cuando surgió el neologismo.
Le gusta el fino, dice Rosa Belmonte, y lo toma cuando va al Puerto de Santa María, y a esos que les den ratafía, añade; o por retambufa, pienso yo, que pido manzanilla en los bares de Valencia y he de llevar cuidado para que no me sirvan una infusión. Fue ella la que eternizó el instante. La corrupción se combate ‘preveyéndola’, afirmó. Así lo hace todo. Iba en el programa de UPyD la independencia del Poder Judicial y el pollo nos sale con esas. Y ahí lo tenemos, en la presidencia del gobierno, dispuesto a armarla mucho más gorda que Zapatero. Guerra dijo que iba a dejar España del tal modo que no la conocería ni la madre que la parió. Lo del guaperas va a batir todos los registros. Si queda algo en pie será un milagro.
De momento, nos ha puesto a Calvo, que está buscando el modo de meternos a muchos en la cárcel. Calvo, nada que ver con Anasagasti, cuyas maravillas que hacía con su pelambrera nos tenían asombrados a todos: en Mallorca todavía andan mosqueados. Esta Calvo nos querrá obligar a decir pelambreros y pelambreras, poetos y poetas, porque lo de poetisa no le parecerá apropiado, hombres y hombras, no basta con destruir a España, no basta con arruinar a la mayoría de españoles, no basta con arrebatar la alegría de vivir, con cargarse la espontaneidad, con dinamitar el arte de la seducción, a todo eso hay que añadirle la liquidación de la lengua, para que sea imposible que la gente se pueda entender. 

No hay comentarios: