Durante la infame moción de censura
contra el presidente del gobierno que había logrado reparar en parte
la catástrofe dejada por Zapatero, el admirador y quizá cómplice
de Maduro, Ábalos demostró que como patán es insuperable. En este
sentido, dejó el listón muy alto.
El debate de la moción lo ganó
ampliamente Rajoy, otra cosa es que los bildutarras, golpistas,
podemitas, ERC (en donde hay varios de Terra Lliure), etc., o sea, lo
mejor de cada casa, votara a favor de ese Sánchez que es capaz de
hacer añorar a Zapatero.
Ahora, Ábalos vuelve a reivindicarse
como patán, sin duda porque desea que tan condición suya no pase al
olvido. Le exige a Riverita que pida perdón por haber dudado de la
tesis de Sánchez. Sin embargo, todo el mundo ha tenido que dudar,
pero no de la tesis, cuya existencia era indudable, sino de su
calidad y de su autoría. Desde el momento en que estaba guardada
bajo siete llaves, y sobre todo teniendo en cuenta la calidad del
personaje, no había más remedio que dudar.
Luego, además, amenaza diciendo ‘donde
me dan, las doy’. Y se refiere a la corrupción del PP como si en
el PSOE no hubiera más. O en sus socios. Estos que se dicen de
izquierda, pero que en realidad son de extrema izquierda, no tienen
ningún respeto por la democracia. Tienden a ocupar todas las
instituciones, empezando por la televisión y a manipular en lugar de
informar.
Por otro lado, que tipos con tan poco
caletre y menos vergüenza manejen los impuestos de los españoles
causa pavor. Ya se ve lo que hizo Zapatero con ellos. Ama tanto a los
pobres que procuró que hubiera muchos más. Y ahora celebra que
Maduro lo consiga en Venezuela con más rapidez. Pero aquí tenemos a
Ábalos, Sánchez, Borrell y hasta un astronauta dispuestos a hacer
lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario