No tena intención de referirme a Juan Carlos I, que el pobre está para el arrastre ya y está poniendo en evidencia a todas sus novias, y dejando en buen lugar a Franco. ¿Cómo iba a dejarle una dictadura siendo como es? Estaba claro que era una cosa que no estaba en sus manos, porque no habría durado nada. El caso es que ahora vuelve a salir porque se ha metido Trump por el medio.
El asunto es el Sahara, que fue invadido cuando Franco estaba agonizando. Juan Carlos I no se atrevió a dar un grito. No se atrevió a nada. Nadie se atrevió a dar el paso. Hablo del mundo civilizado. Los de Podemos defienden a Marruecos, pero de boquilla. Cuando el Felón le regaló el Sahara a Mohamed no hicieron nada. Todo son posturas.
El caso es que los saharauis tenían sitio en las Cortes Españolas en los tiempos de Franco y paseaban por el mundo -los que podían- con su carnet español. Desde que Mohamed pudo invadir sus tierras, con todo su descaro, nada de aquello ha vuelto a ser posible. Se refugian en Argelia los que pueden y otros quedan a merced del corrupto rey de Marruecos, que en lo que se refiere a crueldad no tiene nada que envidiar a nadie. Ya hace tiempo que estuvo el Alto Comisionado de la ONU para los asuntos del Sahara y su resultado es para ponerlo en un marco y dejarlo a la vista de todos: «ustedes tienen la razón, pero no tienen fuerza para defenderla». Nos gastamos un dineral todos los años para sostener un tinglado que paga unos sueldos exagerados, sin que sus dictámenes sirvan para nada. Con las mismas razones, el Mohamed de las narices puede tomar Ceuta y Melilla cuando le dé la gana. En cambio, nosotros no podremos echar a los británicos de Gibraltar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario