No hablaré del juicio, acerca del cual ya he dado mi opinión, pero por si alguno no me ha leído lo repetiré: no tengo ni idea de cuál va a ser el veredicto, pero personalmente deseo que condenen al FGE a la pena máxima. Aquí venía a hablar de otra cosa que clama al cielo. Quinientas setenta y una personas de la fiscalía tienen unos datos de González Amador que jamás deberían haber salido de Hacienda.
Esto es un escándalo mayúsculo y la incomodidad mayor la debería sentir el presidente del gobierno, al que por estos lares llamamos Felón, porque se lo merece y no me sorprendería ni poco ni mucho que todo este jaleo con el novio de Ayuso, como el anterior con el hermano, etcétera, porque si no no acabaremos nunca, se debe a sus malas artes, a esa envidia que lo recome por dentro. Tenía que ser él, pero sea el responsable de ese escándalo o no debería dimitir. Ya sé que no lo hará. Tiene tant0s motivos para ello. Si no tuviera la cara tan dura ni nos acordaríamos de él.
Pero es que hay otra señora, que es la titular de Hacienda, tan basta como su jefe, que también debería haberse ido de inmediato. Hay una lista de personas en este gobierno con la que no cabe hacer ningún trato, porque el disgusto es seguro.
El dato de los usuarios de WhatsApp que han visto los detalles con Hacienda de González Amador lo dio una testigo en el juicio y ese simple hecho ya debería haber dado pie para condenar al fiscal general, que no se ha quitado la toga en todo el juicio, salvo una vez, por la atrocidad que supone. Pero es que la víctima ha tenido que asistir a todo en absoluta indefensión y luego tendrá que hacer frente a su propio juicio, que no debería celebrarse.
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