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lunes, 8 de febrero de 2010

El PSOE no cree en las instituciones

Y se entiende perfectamente que sea así, puesto que contribuyó a crearlas y tiene bajo su control unas cuantas. En su día, el PSPV acometió la “rehabilitación” del Teatro Romano de Sagunto, haciendo caso omiso de la legalidad y actuando con la prepotencia propia de quienes se creen en posesión de la verdad. Pisotearon la ley y al Monumento Nacional.
Conviene tener en cuenta que El País, que tanto empeño pone en “salvar” El Cabañal, bendice con el mismo énfasis la atrocidad cometida con el Teatro Romano de Sagunto. En este último punto coincide con la consejera de Cultura valenciana, Trini Miró, para quien este asunto es “un marrón” que le ha caído.
No hace mucho, los socialistas iban por Europa denunciando el urbanismo de la Comunidad Valenciana. Claro, ¿cómo iban a saber ellos que la burbuja inmobiliaria estaba a punto de explotar? Si lo llegan a saber no lo hubieran hecho, para que los que los extranjeros que pudieran siguieran comprando viviendas en España. Pero no lo sabían, porque la misión de los gobernantes es la de gobernar y no la de adivinar el futuro. Tan mal se les da lo de adivinar que ya había explotado la burbuja y aún no lo sabían. Ya se va viendo que una cosa es gobernar y otra ser responsable.
Y ahora los socialistas se van a Estrasburgo no a exigir que se cumpla la sentencia que obliga a volver a su estado anterior al Teatro Romano de Sagunto, sino a denunciar el “expolio” del Cabañal. Y así, poco a poco, el prestigio de España cada vez estará más cerca del suelo. La prolongación de Blasco Ibáñez será polémica, hay arquitectos y urbanistas a favor y en contra, pero considerarla un expolio es abusivo. Lo del Teatro Romano de Sagunto es peor, mucho peor.

martes, 14 de octubre de 2008

Una dimisión en Valencia

Lógicamente, no podía ser otra que Elena Negueroles, que es la única que mantiene una opinión propia. Ha dimitido del Consejo Valenciano de Cultura y vistos los motivos que aduce no estaría de más suprimir de una vez y por todas el citado CVC. Este consejo no fue capaz de decir que no cuando se cometió la ilegalidad con el Teatro Romano de Sagunto. En su dictamen fueron complacientes con el gobierno valenciano de entonces. También, salvo la citada Elena Negueroles, fueron complacientes con el gobierno valenciano actual tras la sentencia de los tribunales de justicia.
Ahora el Consejo se niega a discutir el maltrato a los animales, tan frecuente en las fiestas de los pueblos. Naturalmente que hay que prohibir todas esas fiestas, por tanto Elena tiene razón. Lo que ocurre es que al gobierno valenciano no le interesa y entonces el CVC recurre a subterfugios para cancelar las reuniones. Dada la crisis en la que estamos inmersos, resulta imprescindible reducir gastos. Junto con CVC debería ser suprimida también la Academia Valenciana de la Lengua, que nos sale por un pico. Hay quien dice que la que debe desaparecer es la
RACV, pero ocurre que ésta es mucho más antigua y cuesta infinitamente menos dinero al erario público.
Cabría suprimir también, ya puestos a ahorrar, el ministerio de Cultura, puesto que para tener ahí a Trini Miró, más vale no hacer el gasto. Otra cosa sería si esa consejería estuviera a cargo de Elena Negueroles, que no sigue los dictados de nadie. Supongo que debo aclarar que no la conozco y que probablemente discrepo de muchas de sus opiniones. Pero por encima de esas posibles discrepancias, que tampoco sé si existen, pues son pocas las cosas que sé de ella y esas pocas tienen que ver, principalmente, con sus actitudes en el CVC, creo que es justo admirar la independencia. Lo que no sabe hacer la gente inmadura, que sólo admite cobistas a su alrededor.

miércoles, 2 de julio de 2008

Los hay de peores

A estas alturas ya resulta más que evidente que cuando la ministra Bibiana ha ido los demás han vuelto. Hablar mal está al alcance de todo el mundo y cualquiera, no sólo ella, sabe que en la Real Academia Española no hay más que tres mujeres. Por cierto que una de ellas creó unos personajes, los hijos de la condesa Soez, que guardan un buen parecido con muchos de nuestros políticos. Son tantas las meteduras de pata de esta ministra que su valedor, Chaves, ha tenido que salir a la palestra para decir que los hay de peores. Bien lo sabe él y bien lo sabemos los demás. Pero no sólo en el gobierno de España los hay de peores, sino también en todos los demás gobiernos autónomos. Sin ir más lejos, en la Comunidad Valenciana hay unos cuantos, Trini Miró, por ejemplo. De ella dijo Baltasar Bueno que no es más tonta porque no se entrena. Recopiló en su Valéncia hui, ese periódico que el gobierno del beato Camps trata de asfixiar, un pequeño porcentaje de las muchas tonterías que va diciendo sin parar. Trini Miró, por supuesto. Otro de los peores es Vicente Rambla, que le niega el pan y la sal a Valéncia hui porque no es su proyecto. El dinero que maneja Rambla es el de todos, pero los proyectos han de interesarle a él, o a quien manda de él, y no a los ciudadanos.
Así que resulta difícil no darle la razón a Manuel Chaves en este punto. Los peores han ido a los ministerios y las consejerías y han ocupado los despachos y pretenden quedarse para siempre. De momento, y a tenor de las explicaciones del presidente andaluz, que admitió que abogado por Bibiana Aido para pagar un favor, y de lo que la propia evidencia sugiere, los votantes han podido comprobar que los políticos ven sus cargos como una propiedad suya y no como una obligación de atender a los ciudadanos.

domingo, 18 de mayo de 2008

Un demonio en el gobierno valenciano

Baltasar Bueno, en Valéncia hui, ha recopilado siete tonterías de las que ha dicho la Consejera de Cultura valenciana. No son todas las que ha dicho, sino que como mucho serán el cinco o el diez por ciento del total. Y las que le quedan por soltar, puesto que Camps no destituye a nadie por incompetente, sino que suele hacerlo o bien porque el interesado milita en las cada vez más menguadas filas del zaplanismo, o porque adquiere demasiado protagonismo, y en este caso, si es amigo, la cambia de sitio y ya está.
Trini Miró cada vez que abre la boca demuestra que si ha sido elegida para el cargo es por su total sumisión al presidente Camps. Ella no es el demonio, por supuesto. Todo lo más, una pequeña diabla. El presidente, Francisco Camps, es alguien que gusta de retratarse con el Papa, con algún cardenal, que hace pública ostentación de su fe. Falta por demostrar que sea capaz de sacrificarse por otros. De momento, procura salir bien en las fotos y deja que el trabajo sucio se lo hagan otros. Por algo será que cada vez hay menos disidentes en sus predios. Entre las genialidades de las que es capaz, se puede aducir que para dilucidar si el trasvase del Ebro a Barcelona es un trasvase, cosa que cualquiera sabe de primera intención, incluso Zapatero, aunque éste diga lo contrario, ha recurrido al Consejo Consultivo Jurídico. Y para saber qué hacer con una sentencia del Tribunal Supremo, ha obviado a este Consejo Consultivo Jurídico y ha encargado a su subordinada Trini Miró que pregunte a algunos de los intelectuales que tiene en nómina. Éstos, como era de esperar, se han ganado el sueldo. Los políticos del PSOE se han mostrado conformes, porque el suyo es el partido que cometió la ilegalidad. Los del PP, porque si no se muestran conformes con los deseos de Camps, ya saben dónde está la salida.
Las citadas tonterías de Trini son estas:

Tontería 1ª.- “Me he empeñado en dar solución a este tema”.
Tontería 2ª.- “El señor Molines merece todos mis respetos, ya que ha llevado la línea del PP desde el principio, que era la de devolver el Teatro a su estado original, pero no creo que podamos hacerle entrar en razón”.
Tontería 3ª.- “En España se hacen reconstrucciones por todas partes y no pasa nada. La Ley de Patrimonio está totalmente desfasada”.
Tontería 4ª.- “Estoy satisfecha de haber cumplido con un trabajo bien hecho. La comisión se implicado y al final ha imperado el sentido común. Camps está satisfecho del desarrollo, porque ve que se ha actuado con sentido común. Me da mucha fuerza tener un presidente con el que siempre estoy de acuerdo”.
Tontería 5ª.- “Para devolver el Teatro Romano a su estado original habría que presentar otro proyecto y realizar nuevas obras”.
Tontería 6ª.- “Hay imposibilidad legal para cumplir el fallo, dificultades técnicas y riesgos para el ciudadano como los que entraña que se quede uno de los muros al descubierto”.
Tontería 7ª.- “El Partido Popular siempre se opuso a la intervención, en todo momento dijimos que esas obras no se deberían haber hecho. Y ahora hemos sido nosotros los que hemos tenido que resolver el entuerto. Conviene que la gente lo recuerde”.

'Franco y Hitler'

'Lo que la vida enseña'