Sé de un matrimonio que todos los años
iba de vacaciones a Salou. Alquilaba una casa, iba a las tiendas, a
los restaurantes, etc. De vacaciones, no reparaba en gastos, si la
factura de un restaurante ascendía a mil o mil quinientos, por haber
invitado a algunos amigos, la pagaba con alegría.
Pero cuando empezaron a escuchar y leer
aquello de 'España nos roba', dijeron, ambos al unísono, ya no
venimos más. Que les 'robe' su puta madre.
Y no sólo eso, sino que cuando van a
comprar algo que necesitan y ven que está hecho en Cataluña, no lo
quieren. No quieren 'robar', ni sentirse 'ladrones'. Compran el mismo
producto, pero hecho en otro sitio, Mogadiscio, Tombuctú, o en
cualquier otro lugar que les permita tener la conciencia tranquila.
Eligieron Calpe, como nuevo destino.
Estuvieron yendo durante unos pocos años. En las tiendas y
restaurantes les atendían en español, a veces en inglés, porque
por su aspecto los confundían con extranjeros, pero un día de mucho
calor entraron en un bar a tomarse unas cervezas y notaron que el
camarero que les atendió era uno de estos talibanes catalanistas que
aparecen en donde menos se piensa. Salieron pitando de allí. Unos
días después dieron con otro talibán de estos y decidieron no
volver tampoco a Calpe.
Ahora van a Conil, pero están con la
mosca detrás de la oreja. Como se les aparezca, no la Virgen, sino
un nacionalista andaluz, buscarán otro sitio. En la Costa Azul, en
Italia, en donde sea.
Pero a donde de verdad les gustaría ir
es a ese sitio de Marruecos en donde desde años se dice que Felipe
González se está haciendo una casa. Irían si lo de la casa fuera cierto
y estuviera terminada y pudieran encontrarse con su dueño. Porque
querrían preguntarle que motivos tenía durante el periodo
constituyente y sigue teniendo ahora para considerar demócratas a
los nacionalistas. Les molesta el aire de persona responsable que se
da, siendo así que sus errores de bulto han sido causa de tanto
estropicio.
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