miércoles, 26 de agosto de 2015

Una chica de VOX

Una parte de la ciudadanía de este país sigue creyendo en los dogmas, añora el autoritarismo, porque una cosa lleva a la otra, y da claras muestras de que está incapacitada para aprender.
Esta parte de la población piensa que ser de izquierdas es sinónimo de ser demócrata, o para decirlo más claro, que todos los de izquierdas son demócratas, opina que los de izquierdas son los buenos y los de derechas los malos. Esta parte de la población existe y no es pequeña. Está por desbravar, no debería ser necesario decirlo, pero al ser tan numeroso este grupo no queda más remedio que hacerlo constar. Hay intelectuales que fomentan este modo de pensar, quizá porque obtienen beneficios monetarios.
Habría que explicarles a los brutos en qué consiste la democracia: «Se dice que hay democracia en un lugar cuando alguien que piensa lo contrario que la mayoría puede transitar tranquilamente por sus calles.»
Es absolutamente necesario que la policía atrape a los tres cobardes que en grupo y a traición dieron una paliza a Inma Sequí. Además de cobardes e incapacitados para vivir en democracia son unos imprudentes, porque por menos de lo que le hicieron a ella otros han sufrido lesiones para toda la vida o han muerto. Ellos no sabían cuál era el estado de salud de Inma y afortunadamente para todos era bueno.
Por otro lado, el panorama político español resulta de lo más curioso con respecto a esta intolerable agresión. Le dan una paliza a una persona al grito de 'fascista de los cojones', y todo depende del partido en el que milita.
Y a estos tipos que no son capaces de reaccionar en masa y condenar la agresión les pagamos el sueldo todos los españoles. Y están esos otros que critican a la Casta y que dicen que no son Casta, pero si lo son. Casta de extrema izquierda. Y la agredida es de derechas.

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