sábado, 1 de julio de 2017

El Cupo vasco

A veces tiene su encanto comparar unas épocas con otras. Por ejemplo, viene bien fijarse en aquellos remotos tiempos en que Homero recitaba sus versos y su audiencia los memorizaba, gracias a lo cual han llegado hasta nosotros.
En la actualidad, y hablando en términos generales, nos tragamos cualquier bola, o bulo, sin someterlo a un análisis crítico previo, si aparentemente conviene a la causa. Dicho esto no como reproche, sino como constatación de un estado de cosas.
Lo de que ‘aparentemente’ convenga a la causa viene dado porque aunque, en principio, se puede pensar que los privilegios que otorga el Cupo convienen al pueblo vasco en realidad no es así, puesto que el hecho de que existan lesiona la democracia, sistema político en el que todos han de ser iguales ante la ley.
Los políticos vascos que exigen estos privilegios perjudican, seguramente a sabiendas, a sus conciudadanos, a los que además presentan esta particularidad como un éxito. Les dicen lo que han ganado, pero callan que han perdido calidad democrática, lo cual, por otra parte, les importa poco a esos políticos, dado que el nacionalismo es incompatible con la democracia.
Los políticos del resto de España parece que no se acaban de enterar. Ya durante la redacción de la Constitución, después de haber incorporado el artículo 14 que dice que todos los españoles son iguales ante la ley, establecieron tranquilamente algunos artículos en sentido contrario. ¿Por qué hicieron eso?
Hasta ahora, sólo UPyD ha propuesto corregir ese error, que afecta gravemente a la convivencia entre los españoles, porque la democracia requiere la existencia de demócratas que la sostengan y el camino emprendido por la mayoría de los partidos políticos consiste en convertir a los ciudadanos en forofos, de modo que la política ya no consiste en discernir qué es lo mejor, en cada momento, para todos, sino que viene a ser como un partido de fútbol en el que hay que derrotar a los rivales como sea, aunque del resultado del partido resulte una catástrofe.

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