No cabe duda de que aquellos griegos que
escuchaban a Homero, y aprendían los versos de memoria, estaban
mucho más civilizados y eran más abiertos de mente que los
ciudadanos actuales.
En la actualidad se subvierten los
conceptos. Dicen: Hasta Franco respetó los fueros vascos. ¡Claro!
El suyo fue un régimen autoritario y, por tanto, podía conceder
privilegios que ya habían otorgado previamente monarquías
absolutistas.
En democracia no tienen sentido los
privilegios, por tanto los demócratas vascos han de sentirse
intranquilos ante la anunciada disposición de Rajoy a atender las
demandas históricas del País Vasco. Los demás partidos, salvo los
nacionalistas, que no pueden ser demócratas, deberían protestar el
anuncio y exigir que no hiciera tal cosa.
UPyD lo habría hecho. No hay más que
repasar las hemerotecas para cerciorarse de un modo absoluto de que
esto es así.
Pero tenemos lo que tenemos y hay que
pensar que es lo que nos hemos ganado.
Rajoy es el menos malo de los políticos
actuales. Los demás, salvo raras excepciones, son escoria.
Mariano Rajoy no es un estadista, sino un
fumador de puros. La medida de las cosas es un puro. A Felipe
González le mandaba los puros Fidel Castro. Felipe González no ha
sido jamás un estadista, por mucho que lo diga Luis María Anson,
que no sólo dice esa burrada, sino que se le pueden apuntar más.
Rajoy es un profesional del poder que
sabe que con el acto de encender un puro le da tiempo al azar para
que haga de las suyas. El azar es muy importante. Por azar pudimos
creer que Aznar era un gran estadista, pero él se empeñó en
demostrarnos que no. Por azar, Zapatero consiguió cumplir sus
sueños, que consistían en hacer una destroza monumental.
Ahora Rajoy, además de encender un puro,
da privilegios al País Vasco, para ganar tiempo. El día que llegue
un estadista tendrá mucho trabajo que hacer, pero si España no está
llena de demócratas no podrá hacer nada.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
'Por qué España'
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