sábado, 16 de marzo de 2019

Echar a Rajoy, traer a Otegui

Sería simplificar mucho el asunto decir que el propósito del Zapatero de turno era el de echar a Rajoy y traer a Otegui, porque deja en el aire cuestiones de gran calado, como son las del acceso al lujo por cuenta ajena, el uso de los aviones del ejército, las vacaciones en lugares míticos y los privilegios.
Todo lo anterior encaja perfectamente con el cartel electoral que reza: ‘Somos la izquierda’
escrito sobre fondo rojo, con el cual se logra inmediatamente la adhesión de todas esas personas ayunas de espíritu crítico a las que les basta con situarse en el lado correcto para considerarse benefactoras de la humanidad. Si además, el señor que les pide el voto ha logrado encaramarse a lo alto de la cucaña gracias a soflamas huecas y principios baratos es fácil entender que todas ellas lo consideren como la encarnación de su ideal, puesto que quisieran procurarse los mismos lujos por idénticas vías.
Pero el Zapatero de turno no solo tiene el respaldo de esas personas ayunas de sentido crítico, puesto que también cuenta con el apoyo de otras de aparente mayor calado. Por ejemplo, el de Rodríguez Ibarra, que por mucho que lo critique, en El País de Gallego- Díaz, o en donde sea, siempre votará lo que le manden. Pero no solo de este expresidente de Extremadura, también cuenta con el voto de González y Guerra. Porque, ¿se puede imaginar alguien que este González, al que los suyos llamaban dios, y no era cachondeo, votando al PP? Ni aunque el Zapatero de turno estuviera a punto de perpetrar una de las mayores traiciones a España, que lo está, sería capaz González de votar al PP. Lo mismo cabe decir de Guerra, tan hiriente siempre, aunque sus cortesanos le llamaban ingenioso.
Son muchos los socialistas que prefieren el trato con Otegui antes que votar al PP.

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