Últimamente vienen surgiendo incidentes
cuando algún estadounidense tocado del ala oye hablar en español y
monta en cólera. Pero no solo ocurre en Estados Unidos, también en
Inglaterra se han dado y se seguirán dando episodios similares, dado
que hay una pandemia de estupidez.
Como estupidez puede catalogarse que el
ser humano, voluntariamente, se recorte derechos sin necesidad
alguna. Con lo bonito que es poderse expresar en la lengua que a uno
se le antoje, si conoce más de una. Siempre y cuando se dirija a
alguien que la entienda, claro.
El nacionalismo no trae más que males. Y
entre los peores está el de que hace idiota a la gente. Ya se va
viendo en Cataluña, en donde muchos votan en contra de sus propios
intereses al optar por partidos políticos que no les van a traer
nada bueno, entre otras cosas porque no pueden. Los partidos
nacionalistas solo pueden traer hambre y miseria. También se vio en
el País Vasco cuando salió publicado en los medios que uno de los
tarados de allí se negó a ser intervenido quirúrgicamente porque
el cirujano no hablaba la lengua heptamilenaria. Se trataba,
lógicamente, de cirugía menor.
La gente estúpida cree que las lenguas
tienen derechos. Las lenguas. Donde esté una lengua que se quiten
las personas. Y esto no es una broma. Se gastan millones de euros en
promocionar o difundir lenguas y dialectos, y ese dinero, por tanto,
no se usa para satisfacer necesidades de las personas, a las que
también, en muchos casos, se las obliga a aprender lenguas o
dialectos que no son de su interés.
Se da el caso, además, de que Estados
Unidos es un país de inmigrantes. Es muy difícil encontrar algún
aborigen de ese país. Algunos de esos inmigrantes fueron llevados
por la fuerza y luego machacados por el color de su piel. Convengamos
en que esas maneras de pensar que originaron el racismo siguen vivas.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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