Como todo el mundo sabe, hubo un tiempo
en que decenas de miles de españoles tuvieron que buscarse la vida
en el extranjero.
Volvían en verano, cuando tenían
vacaciones, y contaban las cosas que habían visto en esos países
del mundo, Francia, Alemania o Suiza, principalmente, aunque algunos
se iban más lejos. Una de las cosas en las que ponían más énfasis
en sus relatos era que los andaluces eran los más trabajadores de
todos. Esa fama de vagos que tenían adjudicada y de la que tanto
partido supo sacar Pujol, el que quebró la Banca Catalana ante las
narices de Felipe González y Alfonso Guerra, tenía fallos. También
es cierto que algún señorito de mi pueblo, al que le daba vergüenza
que lo vieran trabajar, desplazado a Francia por necesidad, pudo en
el vecino país demostrar su innata laboriosidad.
La cuestión es que los andaluces
arrastran una fama injusta, que no tiene en cuenta todas los
condiciones que concurren en el caso y luego abundan los políticos a
corto plazo, tan propios de las autonomías.
Pero hay otra clase de andaluces, que son
los despabilados (de quitar el pabilo a la vela, para que se avive el
fuego). Hace poco me referí aquí al Rufián, que si se hubiera
quedado en Andalucía no habría tenido más remedio que trabajar
para vivir, y desplazado a Cataluña ha encontrado el modo de vivir a
costa de los catalanes, y del resto de los españoles, sin dar golpe.
Hoy he sabido, a través del digital
Dulce Cataluña, que una que se apellida Artero, como un viejo
conocido de Jesús Cacho, y que también es andaluza, sigue el mismo
camino. O sea, la meta de este par de andaluces es vivir a lo grande,
sin dar un palo al agua. El dilema para ella sería si le interesa
más que le catalanicen el apellido, o que se lo feminicen, puesto
que según afirma ella en su presentación no le falta de nada para
ser admitida en esos clubes en los que la laboriosidad no es
fundamental.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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