Como diría Natalia Ginzburg, nada
sospechosa de ser facha, que es el insulto preferido de los
totalitarios comunistas, millonarios y altamente contaminantes muchos
de ellos, para hablar de cosas serias hay que comenzar diciendo la
verdad.
Con
respecto a la citada cumbre, me ciño a lo dicho por Agustín Domingo
Moratalla en su artículo ‘Cambio climático y educativo’ y de
este artículo destaco el siguiente párrafo «el
horizonte educativo parece presidido por una culpabilización de los
ciudadanos para que asuman en sus hombros la penosa carga de la
destrucción del planeta»,
del que se deduce que lo quieren esos personajes que montan tinglados
tan enormes y
grandilocuentes es
nuestro dinero.
Quienes
conocen el asunto prefieren hablar de calentamiento global, algo que
dicen que existe y que realmente es peligroso.
La
diferencia consiste en que para evitarlo hay que optar por las
centrales nucleares y por las renovables. Esto
significa que la culpa no la tenemos los ciudadanos, sino que la
pelota está en manos de los gobiernos. ¿En qué piensan? Hay mucho
negocio en el asunto.
En
un momento dado, Felipe González, el estadista, según algunos
estómagos agradecidos y otros pretenciosos del género tonto,
trasladó la responsabilidad al pueblo. Habla, pueblo, habla.
Previamente,
había lanzado la campaña ¿Nucleares? No, gracias.
Hay
que ponerse en situación: Se
trata de un asunto altamente
cualificado en el que ni siquiera pueden intervenir todos los
doctores en ciencias físicas. Es
crucial, además, para el porvenir de la nación. Y
seguramente que con la decisión tomada de antemano, por
conveniencias personales (esto es lo que cabe deducir de la casta que
nos viene gobernando, a la que se ha unido la castuza de Podemos), se
trasladó la decisión a los ciudadanos, previo bombardeo por tierra,
mar y aire, para que decidieran lo que convenía a los sinvergüenzas.
Pues
aquí tenemos ahora el problema bien candente y estamos en manos del
gobierno más irresponsable que jamás hemos tenido.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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