La clase política española es muy
nutrida y si con eso no hubiera suficiente ha parido, además, un
número extraordinariamente alto de chiringuitos, improductivos, por
supuesto. Como consecuencia, ha desarrollado una voracidad fiscal
alta, muy alta, tan alta como la luna. Una vez en sus manos el dinero
de los impuestos, resulta que no es de nadie. Lo dijo una señora de
Cabra, pero lo piensa la mayoría de los políticos, de ahora y de
antes.
En este punto merece la pena tomar
ejemplo de los Estados Unidos, en donde sí hay respeto por el dinero
de los ciudadanos.
Vengo a decir esto porque muchos padres
se desloman con el fin de dejar algo en herencia a sus hijos. Ese
esfuerzo hace mucho bien a la economía de un país y merece premio,
pero la casta política no se da cuenta y en su afán recaudador
mete mano donde no debería. No es justo, porque esos padres han
hecho muchos sacrificios por sus hijos y de todo ese esfuerzo extra
que han hecho se ha beneficiado todo el país. Las herencias
deberían pasar de padres a hijos intactas, sin que hubiera que pagar
un solo céntimo por ningún concepto.
Vienen algunos, que tienen acceso a las
tribunas de prensa, alegando que no es justo que al nacer unos tengan
ventajas sobre otros. Quienes así opinan no piensan en la justicia
en sus vidas ordinarias, sino que llevan a cabo sus actos en virtud
de sus conveniencias. No suelen tener hijos, por lo que pueden
lucirse con su sentido de la solidaridad y de la justicia teóricos.
Quienes pretenden transformar la sociedad
son torpes, aunque se las den de listos. Cada vez que se ha intentado
hacer, el resultado ha sido peor.
La vida no es justa ni injusta. El
concepto de la justicia está en las personas, pero generalmente solo
le hacen caso cuando se creen perjudicadas. Para transformar la
sociedad hay que cambiar la mentalidad de la gente y eso se hace
mediante el ejemplo.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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