Este periódico tiene tendencia a la
ostentación, al mero título suele añadirle adjetivos rimbombantes,
últimamente global. El respeto a los lectores no se considera
necesario, quizá porque se les supone adictos a la posverdad.
Basta
con fijarse en la noticia, dada por orden judicial, que aparece en
este tuit de José Ignacio Torreblanca,
https://twitter.com/jitorreblanca/status/1205915076118667264, para
comprobar que el hecho de que el periódico sea ‘global’ no le
impide tener en el limbo a sus lectores.
De
casta le viene al galgo, porque en sus buenos tiempos, Polanco,
Jesusito del Gran Poder, presumía de que no había gobierno que le
pudiera resistir tres editoriales. O quizá dijera dos, porque ya
explicó Martín Prieto, que lo había tratado de cerca, que chulo y
prepotente era un rato. En cualquier caso, la tendencia a servirse de
la credulidad complacida de sus lectores, al estilo de cualquier
nacionalista del tres al cuarto, de cualquier Torra quiero decir,
está en la esencia de este medio. Lamentablemente, no solo de este.
Soledad
Gallego-Díaz no hace más que lo que está acostumbrada a ver desde
que está en la casa, solo que de forma tan descarada que asombra que
siga teniendo lectores, pero el caso es que los tiene, en un caso
similar al de los partidos políticos cuyos programas no pueden traer
más que ruina y maldades y sin embargo obtienen muchos votos.
Lo
de la actual directora es tan incomprensible como que periodista que
con Cebrián eran unos magníficos profesionales a los que daba gusto
leer, ahora se han deteriorado por completo al volverse amarillistas
al servicio de alguna causa. Columnistas que se atrevían a desafiar
al citado Cebrián se han vuelto mansos corderitos con esta señora y
ya no da gusto leerlos. El que creo que sigue igual que siempre, pero
no lo puedo afirmar, porque con solo verle la cara ya me da sueño,
es el santón de Gabilondo.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
No hay comentarios:
Publicar un comentario