Lamentablemente
es español y en España se le permite que intente perjudicar y
destrozar a su propio país.
Manuel
Valls, que también fue español hasta los veinte años, se
naturalizó francés a esa edad. Trabaja en beneficio de su país y
de sus ciudadanos.
Se
entiende que Duran Lleida no se haya naturalizado francés. Habría
tenido que trabajar para vivir. En España se dedica a decir
barbaridades que deberían ofender a quienes las escuchan, porque son
tomaduras de pelo. Lo que ocurre es que los hábitos democráticos de
los españoles son escasos y no se dan cuenta. Además, los aliados
ideológicos de Duran Lleida han esparcido un virus maligno entre la
población, y lo de los infectados ya no es vida. Se pasan todo el
tiempo rumiando: no nos quieren, no nos aman, no nos comprenden, no
nos adoran, no se dan cuenta de que somos los más grandes. Inmersos
en esa espiral de pensamientos, se tragan todo.
El
gobierno en el que está Manuel Valls ha tomado una medida que
redundará en beneficio de los franceses, puesto que supondrá un
ahorro para las arcas del Estado. Ha fusionado regiones y las 22
antiguas pasarán a ser 13. Todo lo que inventan los españoles y
especialmente los nacionalistas tiende a aumentar el gasto de los
ciudadanos. Prefieren dejar de atender pacientes que necesitan ser
atendidos urgentemente que cerrar embajadas o dejar de subvencionar a
los catalanistas valencianos.
Lo
de fusionar regiones les haría soñar con los fantasmagóricos
países catalanes, pero supongo que al Reino de Valencia le vendría
mejor unirse con el de Murcia. Por lo menos, mientras subsista le
fiebre catalanista.
Duran
Lleina se resiste a abandonar la política, e insiste en las mismas
chorradas de siempre, esas chorradas que ni se habría atrevido a
insinuar ante los 15 intelectuales que propiciaron el nacimiento de
Ciudadanos. No lo digo por Pujol, pero se conoce que la cara dura es
indispensable para ser político nacionalista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario