España
es un país en el que el culto al poder adquiere unas características
desorbitadas. Incluso entre los intelectuales se da esta
circunstancia. Individuo hay por ahí al que le basta con dar una voz
para que una gran cantidad de gente se eche al suelo boca abajo.
En
España se usa mucho la violencia. De vez en cuando se hacen campañas
de acoso y derribo en las que participan las personas más
insospechadas. El poder y la paciencia no encajan bien. Quien tiene
poder no puede esperar a que las cosas lleguen por sí mismas. Podría
ocurrir que no llegaran, pero, sobre todo, ¿por qué esperar a que
lleguen si se puede conseguir que lo hagan enseguida? No importa si
hay que apartar a algunas personas, a los poderosos no les importan
algunas minucias. Para ellos no son personas, sino obstáculos.
En
esta España en que la violencia, en todas sus formas, está tan
presente, no es extraño que surjan individuos que asaltan
supermercados, partidos políticos que prometen el oro, pero que en
realidad llevan a desastre, y personas que ven en el escrache un modo
de hacer justicia, lo cual es un contrasentido.
Colau
propone ahora hacerle un escrache al alcalde de Valladolid, y la
consecuencia es que quienes participen se pondrán a la misma altura
que él, de donde resulta que en lugar de resolver un problema se
hace más grande.
El
cultivo de lo políticamente correcto hace estragos en España. Anula
el sentido crítico de las personas, y de ahí que luego partidos
como Podemos obtengan tantos votos. Son muchos los que temen
discrepar de la opinión dominante en su entorno. Así que quienes
estén en el entorno en el que desenvuelve Colau aceptarán el
escrache como algo normal y lógico.
Es
por esa falta de sentido crítico por la que tantas personas
equiparables, en algún sentido, al alcalde de Valladolid, pueden
medrar en la política.
'Cantar de Mío Cid'
'Mauthausen, después'
'Citileaks: los españolistas de la plaza real'
'Yo, Lope de Aguirre, rebelde hasta la muerte'
'Molestia Aparte'
'Margot en la Plaza de Castilla'
'Tacaños, generosos y gorrones'
'Llovieron estrellas'
'Mauthausen, después'
'Citileaks: los españolistas de la plaza real'
'Yo, Lope de Aguirre, rebelde hasta la muerte'
'Molestia Aparte'
'Margot en la Plaza de Castilla'
'Tacaños, generosos y gorrones'
'Llovieron estrellas'
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