¿Qué van a pensar por el mundo de
España si hay un mentecato que va usurpando funciones que no son
suyas, atribuyéndose derechos que no tiene y gastando alegremente un
dinero que debería ser sagrado?
¿De qué seriedad puede presumir un país
que consiente tales desafueros? Claro que se trata de un país
enloquecido, porque aquellos señores que diseñaron el sistema en
que el íbamos a vivir desde entonces, ya de modo democrático,
otorgaron a los nacionalistas las armas que necesitaban para volver
locos a todos los que pudieran. A los nacionalistas se han sumado
luego los populistas y ya tenemos casi el manicomio al pleno. Y por
si faltara poco, y como consecuencia de no haber establecido la
separación de poderes de modo efectivo, a todo lo anterior hay que
sumar la corrupción, que sería mucho menor en el otro caso.
Los nacionalistas prometen el cielo, pero
procuran el infierno a quienes les votan. El nacionalismo es
incompatible con la democracia. Los nacionalistas no pueden respetar
las opiniones ni los deseos de quienes no piensan como ellos. A
partir de esta realidad, se percibe claramente que la vida ha de ser
cualquier cosa menos placentera en donde gobiernan ellos, puesto que
el día a día consiste en la persecución al disidente; en la
amenaza, el insulto y la marginación para quien se atreva a
contradecirles. Resulta difícil imaginar que esto le guste a
alguien, aunque la experiencia demuestra que no a pocos.
Puigdemont perjudica a España, pero a la
región española que más daño le hace y en la que los efectos
nocivos serán más duraderos es a Cataluña. Ya no sólo por las
enemistades que ha hecho surgir entre unos catalanes y otros, por los
rencores entre familiares, sino también porque a ver cómo pueden
decir cuando viajen por el mundo que son catalanes. Los que están
ahora por Marruecos tendrán que soportar que les pregunten, con
guasa, por Puigdemont.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
'Por qué España'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
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