Pero es que no se puede esperar otra cosa
de alguien que está tocado. Todo nacionalista está tocado en mayor
o menor medida y ahí está Puigdemont para demostrarlo.
O Forcadell, esa que se cree con
autoridad para explicar a otras personas a quienes tienen que querer
y a quienes tienen que odiar. Hay que estar mal para eso. Y acompaña
a sus palabras, además, con unos movimientos del brazo propios de
personas taradas. No hay ninguna elegancia en sus modales, sino todo
lo contrario.
Llach saca la estaca contra los
funcionarios que no incumplan su obligación, detalle suficientemente
elocuente. Los funcionarios tienen contraído un contrato con los
contribuyentes y si lo incumplen demuestran que no son dignos de su
confianza y, por tanto, merecen una sanción que puede llegar a ser
el despido. Esto es tan obvio que lo sabe cualquier persona que no
esté tocada.
Pero es que Llach al sacar la estaca
demuestra que sabe perfectamente que la causa que ha abrazado con un
fervor tan enfermizo está condenada al fracaso. Exige a unas
personas que no conoce que se adhieran a una locura en la que muchos
no creen y lo hace sirviéndose de la amenaza.
Si a los nacionalistas les quitan la
posibilidad de amenazar, de imponer, de mentir, de tergiversar y de
inventar, se quedan en nada.
Luego están esos que han logrado la
celebridad porque saben cantar, o jugar al fútbol, o escribir
editoriales conjuntas, y ya se creen que porque hagan una cosa bien
las han de hacer todas bien.
Ya se lo dijo Angela Merkel a uno de esos
que están tocados: Mejor, dedíquese al fútbol. Ella se lo dijo con
la mejor intención, pero de ahí a que el melón ese le haga caso va
un abismo. Llach podría haberse adaptado el consejo y dedicarse a
cantar, pero ya se ve que sus neuronas no dan para tanto sentido
común.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
'Por qué España'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978. El año en que España cambió de piel'
'Cantos al camino'
'Historias de la otra razón'
'Por qué España'
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