martes, 19 de junio de 2018

Rajoy, al Registro

Ocurrió durante aquel célebre debate. Pedro Sánchez dijo: Usted no es decente. Mariano Rajoy respondió: Usted es ruin y miserable.
Tiempo después, Sánchez se ha apoyado en partidos despreciables, traición incluida, para desalojar a Rajoy del gobierno y ocupar su sitio.
El anterior presidente, por su parte, ha optado por volver a su trabajo anterior, en un gesto que no tiene precedentes en la reciente democracia española y que su sustituto en el gobierno tampoco podrá llevar a cabo, sencillamente porque no tiene trabajo anterior.
Con esta decisión, Rajoy quizá haya querido mandar algunos mensajes, al mismo Pedro Sánchez, por ejemplo, porque el hecho de reincorporarse al trabajo que tuvo es muy decente y presupone que no se ha enriquecido en la política y al mismo tiempo que renuncia a otras prebendas que los anteriores sí disfrutan. Para Pedro Sánchez esto es un desafío que tiene perdido de antemano y quizá lo pueda comprobar muy pronto, porque el derroche al que tan aficionado está demostrando ser puede pasarle factura antes de lo que se cree.
Pero lo de volver al Registro es, sobre todo, una gran bofetada en pleno rostro a otros personajes de su partido, del PP, desleales en grado sumo y torpes hasta la saciedad, amantes del ruido, de la pompa y del escándalo. Ese golpe no tendrán más remedio que tragárselo, aunque quizá hagan como que no se han dado cuenta y sigan con sus hábitos mezquinos.
La situación que heredó Rajoy ponía los pelos de punta. El hombre no se atrevió a adelgazar la Administración, ni a plantar cara frontalmente a los golpistas. Tampoco cambió la política heredada de Zapatero con los etarras. Pero con todo, la situación en que ha dejado a España cuando ha sido descabalgado de la presidencia a traición, es mucho mejor que la que se encontró y puede aventurarse que también será mejor que la deje Sánchez. 

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