Roma no paga traidores

Debe de ser por eso que, al menos en la actualidad, los traidores procuran cobrar por adelantado. No cabe duda de que el PNV lo ha hecho así, ni de que a sus votantes les parece bien.

Algunos piensan que la empanada que se ha organizado para formar gobierno tendrá repercusiones electorales negativas para sus integrantes, pero yo no estoy tan seguro. Los votantes vienen tragando muchas traiciones y muchas infamias sin rechistar.

Lo que ha quedado claro, por desgracia, es que el PSOE no tiene vergüenza. Muchos de los seguidores, simpatizantes, afiliados o votantes de este partido están acostumbrados a las frases grandilocuentes: ‘se han perdido los valores’, ‘por dignidad’, etc. Y sin embargo ahora están muy contentos de que este partido haya alcanzado el poder de ese modo tan miserable. No les parece que haya perdido los valores, no les parece que se haya olvidado de la dignidad.

Ese proclamarse partido honrado, ese gusto por reclamar la ‘memoria histórica’, ha quedado todo por los suelos. ¿Es que los socialistas de 1936 eran mejores que los de ahora?

Estos socialistas dan por hecho que todo lo que hagan ellos es santo y todo lo que hagan los de la derecha es pecado. Si se alían con los de Podemos, que son de extrema izquierda y amantes de la guillotina, les parece bien. El apoyo traidor del PNV les parece de perlas y seguro que han garantizado el pago, porque esos no se andan por las ramas. Si han de abrazarse con los de Bildu, lo hacen. Faltaría más. Si las víctimas del terrorismo sufren por ello, pues eso no representa ningún problema. Si los golpistas catalanes se frotan las manos pensando en que se abre un abanico de posibilidades ante ellos, pues hay que procurar no desengañarlos.

Hay mucha gente que piensa que el PSOE es necesario para España. ¿Para qué? ¿Para institucionalizar la traición?

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