Oltra debe ser destituida

 

Asumen cargos, se ponen unos sueldos, que salen de los impuestos que pagan los ciudadanos, acordes con la categoría que piensan que tienen, pero luego no se hacen responsables de sus actos, de su ineptitud o de su dejadez.

Ha salido a la luz esta atrocidad https://twitter.com/i/status/1303319641301889025

Conviene ponerse en situación: Los poderes públicos autorizan una serie de actividades y dictan las normas por las que deben regirse. Luego han de vigilar el cumplimiento de esos requisitos. Para vigilar a los bancos y las desaparecidas cajas de ahorros está el Banco de España, que en cierto momento no cumplió su función, con las consecuencias que sabemos. La policía suele visitar los bares y otros establecimientos públicos con el fin de cerciorarse de que se ajustan a la ley.

Todo lo dicho anteriormente es obvio y me lo debería haber ahorrado, pero la realidad demuestra que no lo es, porque el personal hoy en día está abstraído y no se entera. Debe de haber un pacto entre los socialistas y Compromís por el cual estos últimos tienen garantizada la impunidad. Ya se vio en el caso Paniagua con el titular de Alfonso el Magnánimo, en el que éste demostró su incompetencia y falta de elegancia y, sin embargo, ahí sigue.

Lo de Mónica Oltra es mucho peor, infinitamente peor. Ella, que es equiparable a la peor de las podemitas, ostenta un cargo muy elevado para su capacidad y sus deseos de servir a los ciudadanos. Es una vergüenza para los valencianos que esté ahí. Ha habido ya mil motivos para que se vaya o la echen, pero ahí sigue.

Naturalmente que le echa la culpa a la residencia de lo ocurrido. Y aprovecha el caso para echar lodo sobre todas las residencias privadas, como si en las públicas todo fuera miel sobre hojuelas. Los ciudadanos que llevan a sus mayores a las residencias, sean públicas o privadas, confían en que éstas se ajusten a la ley y que la Generalidad vigile que sea así. Pues no, a la Generalidad le importan un rábano los ancianos, le importan un rábano los jóvenes, le importa un rábano, menos cobrar todos los meses e imponer el dialecto catalán en la vida cotidiana.

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