En algún editorial de hoy se dice que Podemos tiene un problema con las libertades, sobre todo con la de expresión. Se puede decir de un modo más claro: A Podemos, o sea, a Pablo, no le gustan las libertades de los demás, solo la suya y con respecto a la de expresión pues el chico quisiera disfrutar del monopolio informativo.
Cada vez lo disimula peor, si es que intenta disimularlo y luego siempre habla de democracia del mismo modo en que lo hacen todos los dictadores. En lugar de comportarse como demócratas y de intentar comprender qué es la democracia, para profundizar en ella, explican lo que piensan que es la democracia y de su explicación se deduce que hablan de dictadura.
Podemos, o sea, Pablo (Pablo, Pablito, Pablete, le decía el butanito a otro, de forma quizá abusiva e interesada; está por ver que se lo pudiera decir a este, porque su capacidad vengativa es claramente superior a la de aquél), le ha proporcionado un panfleto, del que sólo puedo hablar de oídas (leídas mejor) a una ¿señora? cuya actuación en el llamado caso Dina, su nombre, es lamentable, del que dicen que sólo difunde bulos. O sea, que Pablo quiere libertad para que alguien, en este caso Dina, lo que a él le conviene, sea verdad o mentira, generalmente esto último, y para los demás mordaza pura y dura.
Afortunadamente, Podemos sigue cayendo en intención voto, debido principalmente a la torpeza de sus dirigentes, o sea, de Pablo, que no hay más que uno, y ha dicho la Rigalt que es de quinta división, en una entrevista en la que lo más interesante es eso, seguramente lo perderemos de vista, ojalá que para siempre, en un futuro más o menos cercano.
Esto no ocurrirá gracias a los esfuerzos de Casado, Abascal o Riverita, sino por demérito del interesado.
‘2016. Año bisiesto’
‘El Parotet y otros asuntos’
‘Diario de un escritor naíf’
‘Yo estoy loco’
‘Valencia, su Mercado Central y otras debilidades’
‘1978.El año en que España cambió de piel’
‘Tránsito en la mirada’
‘Te doy mi palabra’
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