Sólo acepta que le sostengan el espejo del modo que le gusta. Si lo hacen del modo en que queda patente su vileza los manda callar. Tiene de demócrata lo mismo que tuvo Largo Caballero, o sea, nada. Esta es la imagen que él mismo pone de manifiesto:
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Hay que hablar claro. Siempre hay que hacerlo, pero en esta tesitura es todavía más necesario hacerlo. Hubo una guerra que el gobierno del momento no intentó evitar. Es más, historiadores solventes y no paniaguados, sostienen que ese gobierno la provocó, porque pensaba que la iba a ganar fácilmente, y luego tendría manos libres. El economista y erudito Ramón Tamames, de izquierdas, señala como causantes de la guerra a Largo Caballero y Mola.
Lo que se ventilaba en la guerra era dictadura de derechas o dictadura de izquierdas. Una dictadura siempre es nefasta, porque envilece al personal y le obliga a comulgar con ruedas de molino. A eso mismo, a comulgar con ruedas de molino, obliga el actual presidente del gobierno, el más nefasto de la toda la historia de España, a los miembros de su partido, en el que ha suprimido toda posibilidad de disidencia interna. Todo el mundo piensa que es narcisista, psicópata y, por tanto, dictador.
La cuestión es que las gentes del PSOE, salvo raras excepciones, jamás asumen ninguna responsabilidad de nada. Se consideran los buenos de la historia por el simple hecho de pertenecer a este partido, cuya historia no es tan honrosa como pretenden hacer creer.
Es evidente que si estos socialistas pensaran que tienen razón permitirían que los historiadores hicieran su trabajo, pero con su grotesca intención de querer reescribir la historia según su capricho demuestran que saben que la culpa fue suya. Principalmente, suya. Es, además, un intento condenado al fracaso, porque dentro de cincuenta años, de cien, no habrá quien no les tenga como sujetos ridículos en su maldad.
‘2016. Año bisiesto’
‘El Parotet y otros asuntos’
‘Diario de un escritor naíf’
‘Yo estoy loco’
‘Valencia, su Mercado Central y otras debilidades’
‘1978.El año en que España cambió de piel’
‘Tránsito en la mirada’
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