domingo, 14 de julio de 2019

Tezanos también se equivoca

El caso de Tezanos podría ser parecido al de Niño Becerra, ese economista al que también se le atribuyen grandes conocimientos en astrología, que no se cansa nunca de predecir catástrofes.
Acertó una vez, porque tuvo la suerte de que Zapatero estaba en el gobierno, con lo cual era inevitable que sucediera. Ahora está Sánchez, así que por mucho que nos escondamos nos va a pillar el toro.
De Tezanos es innegable el afán manipulador en beneficio del jefe, y ese dato por sí solo ya es suficiente para poner en cuarentena sus manejos y conclusiones. Si luego acierta alguna vez no es porque sea muy bueno haciendo encuestas o interpretándolas, sino por la pulsión suicida de los españoles, por ese masoquismo presente en tantos. Gran parte de la izquierda española ya ha renunciado a la argumentación y ha optado por el asesinato metafórico. Allá donde ven alguien que no comulga exactamente con sus ideas, lo borran, lo bloquean en WhatsApp en donde sea. Esta actitud está, sobre todo, en los votantes de Podemos. Algunos de ellos, privilegiados por Calíope, han sido autores, no obstante, de textos o frases, abominables. Es triste que ocurra esto.
Se sabe que Sánchez, aparte de aliarse con lo peor de España, pretende aplicar una subida colosal de impuestos. Y que nos está intentando convencer de que en España se pagan pocos impuestos, cuando eso es una mentira colosal. Los contribuyentes españoles sostienen el mayor número de políticos por metro cuadrado del mundo, y a estos hay que añadirles los asimilados. Además, sostienen una serie de televisiones regionales, todas con déficits espeluznantes, aparte de otros muchos gastos que no generan ningún beneficio a los ciudadanos. Y este Sánchez quiere extorsionar todavía más a los trabajadores y éstos le votan.
Javier Marías, en su zona fantasma, el nombre ya lo dice todo, arremete hoy contra todos los políticos españoles menos uno. ¿Tendrá algo que ver Soledad Gallego-Díaz en esto?

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