miércoles, 13 de noviembre de 2019

Anson, acierto y error

Venía promoviendo Anson, de cuyo talento no cabe dudar, la alianza entre Sánchez e Iglesias, aduciendo que si no se había producido aún era porque el primero teme al segundo, puesto que es más inteligente. Eso es cierto. Iglesias es más inteligente que Sánchez.
Pero el propio presidente en funciones del gobierno, a pesar de su probada torpeza, había dado una larga serie de motivos mucho más consistentes para rechazar dicho acuerdo. Es más, la repetición electoral, con el consiguiente gasto, tenía el objetivo de debilitar a Podemos. En lugar de eso, consiguió alimentar a Vox y consecuentemente el que se ha debilitado es Ciudadanos.
El pacto que durante seis meses fue imposible, ya no lo es. Se ha gastado mucho dinero en unas elecciones para esto. Queda por ver qué es lo que pretendía Anson. Sánchez e Iglesias son dos tipos sin escrúpulos y lo que cabe esperar de ellos es que actúen como la rana y el escorpión. Iglesias no puede dejar de hacer el mal y Sánchez quiere ser presidente. Cuando Casado dijo que el PP estaba dispuesto a permitir la investidura de Borrell precipitó el acuerdo entre esos dos.
El error garrafal de Anson es el de considerar a Felipe González como el mejor estadista del siglo XX. El catastrófico PSOE que tenemos a la vista es obra suya. Es el PSOE renovado que forjó, que podría y debería haber sido generoso y solidario y lo hizo mezquino y sectario. En este PSOE suyo han podido medrar personajes diabólicos y se han quedado en la cuneta otros mucho más honrados y decentes. Pero no solo dejó su nefasta influencia en su partido, también la política española sufre sus consecuencias. Desempeñó un papel muy importante en la gestación del sistema político español, que ha desembocado en la calamitosa y preocupante situación actual. Y todavía no ha levantado su voz para protestar y decir que eso no.

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