Sánchez sabe, porque si no se ha dado
cuenta por sí mismo se lo tienen que haber dicho, que la finalidad
de Iglesias, y de Podemos, su partido Unipersonal, porque lo rige con
puño de hierro, es la de sustituir al PSOE.
Estuvo en un tris de conseguirlo, pero la
torpeza de Iglesias, al no saber controlar su tendencia a hacer todo
el mal que pueda, dieron al traste con ello. Concretamente, se puso
de parte de los infames secesionistas catalanes, o sea, en contra de
la ley. Como consecuencia, la parte más decente de su electorado le
volvió la espalda.
Ahora
que se le ha sacado del olvido, es buen momento para hacer un
resumen: Franco necesitaba el poder para morir de muerte natural.
Iglesias
necesita el poder para hacer el mal. Sánchez necesita el poder para
su vanagloria y
este es el motivo por el que no se ha situado abiertamente con Torra
y compañía, a
pesar de que
son sus socios.
Iglesias
prosigue con su juego sucio intentando situar a Sánchez en la
derecha. Eso es mentira, Sánchez
no es de derechas, ni de izquierdas, aunque presuma de ello, de
arriba, ni de abajo, quiere ser presidente. Eso es todo.
Por
otra parte, si se aliara con Podemos, la debacle económica sería
inmediata y tendría que salir por pies, como Zapatero. Eso se lo han
tenido que decir, O sea, que esa vía ni la considera.
Ya estuvo aliado con Ciudadanos, por lo
que esta opción, posiblemente sea la que más le apetece, porque sus
votantes lo toleraron bien, salvo los socialistas catalanes, pero es
posible que Riverita no consiga esta vez suficientes votos para
apuntalar en solitario al PSOE.
Así que solo el PP va a poder
garantizarle una legislatura estable. Sánchez es capaz de todo con
tal de conseguir sus propósitos. Iglesias puede poner sus coletas a
remojar.
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