domingo, 3 de noviembre de 2019

Marlasca se la coge con papel de fumar

El ministro del Interior en funciones ha concedido una entrevista al diario ABC en la que mide al milímetro sus palabras. Dichoso él, que las puede medir.
El policía que sufrió un traumatismo craneoencefálico a causa de una pedrada cobarde no pudo medir ninguna palabra, solo recibir el impacto mientras defendía a los demócratas de los terroristas. Los compañeros de este policía tampoco pudieron medir sus palabras, tan solo confiar en la suerte para que no les ocurriera lo mismo.
Este ministro tan cuidadoso con sus palabras no tuvo el mismo cuidado con los policías a su cargo, puesto que los dejó en situación de inferioridad frente a los terroristas que pretendían matarlos, a pedradas o como fuera.
Tampoco este ministro tuvo cuidado con los bienes de los españoles, puesto que la destroza que han hecho los terroristas es muy grande y lo más probable es tengamos que pagar entre todos los españoles los daños causados. Es dudoso que esos daños los vayan a pagar quienes los han causado y es evidente que hacían falta muchos más policías y que todo el gasto del aumento policial en Cataluña debió pagarlo el gobierno regional catalán.
Este ministro va sumando episodios en los que deja traslucir su verdadera naturaleza. Adquirió renombre por su lucha contra ETA, en su etapa de juez. Se convirtió entonces en un héroe para todos los españoles que no sienten ninguna simpatía por los etarras, que no son tantos como se podía pensar, puesto que ahí están todos esos que se fotografían con Otegui.
Ese prestigio se le fue a tierra el día en que aceptó formar parte del gobierno de Sánchez, un tipo al que algunos catalogan como psicópata, y que fue apoyado por Bildu y otros partidos tan ruines como Bildu. Ahora se trata de no enfadar del todo a Torra, sino de hacerle creer que todo será diferente tras las elecciones.
Apañados estamos con Marlasca.


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