Años atrás, muchos, Antonio Papell
escribía unos pesadísimos e interminables artículos en Las
Provincias. Se notaba en ellos que se tenía por persona muy
responsable y dada a meditar las cosas antes de decirlas. Como no veo
la televisión, ni leo toda la prensa, no había vuelto a saber de él
hasta ahora, porque se ha puesto a atacar desaforadamente a un
partido político, al que se puede votar o no, pero hay que convenir
en que todas las propuestas que hace encajan perfectamente en la
Constitución, lo cual, desgraciadamente, no se puede decir de todos
los partidos, es más, son muchos los que presumen de no respetarla.
Papell, por lo que se ve, sigue
teniéndose por persona muy responsable, e incluso podría estar
convencido de que es así, pero luego da por buenas las etiquetas que
de forma malintencionada se le han puesto a Vox y que, por supuesto,
no se corresponden con la realidad, por lo que Espinosa de los
Monteros, al que siempre he visto comportarse de forma coherente y
educada, le tuvo que poner los puntos sobre las íes. Y Papell,
lejos de comprender su error y disculparse por ello ha montado en
cólera y ha pedido la ayuda de la Asociación de Prensa y de todo el
mundo. ¡Pero si lo que tienen que hacer es llamarle la atención por
hablar sin saber lo que dice! Si la función del periodismo es
informar y él dice cosas que no son ciertas, no deben apoyarle,
sino todo lo contrario.
Que la desinformación y los bulos estén
más a la orden del día que nunca, hasta el punto de que incluso
salen de este gobierno que todavía no ha sido capaz de contar los
muertos, no significa que tenga derecho a enfadarse cuando lo pillan
en una falsedad, porque entonces lo que hace es el ridículo, queda
al descubierto su impostura.
‘2016. Año bisiesto’‘El Parotet y otros asuntos’
‘Diario de un escritor naíf’
‘Yo estoy loco’
‘Valencia, su Mercado Central y otras debilidades’
‘1978.El año en que España cambió de piel’
‘Tránsito en la mirada’
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