domingo, 12 de julio de 2020

Montero ha entrado en el grupo de Puebla


Hay dos ministras apellidadas Montero. Pues de las dos la que menos luces, como lo prueban los varapalos dialécticos que se lleva en el Congreso, a cargo de Cayetana, de Macarena…, de todos los que debaten con ella. De las dos, la que tiene un gran número de guardias civiles protegiendo su mansión. De la dos, la que ha obtenido el cargo de un modo que causa extrañeza, o no. De las dos, aquella cuyo cónyuge, o lo que sea, mantiene relaciones un tanto raras con señoras a las que trae de Bruselas a una de ellas, para colocarla en Madrid, o de la otra que es monárquica en Marruecos y republicana en España y que cada vez le cuenta una historia diferente al juez y no le importa que haya tenido fotos
íntimas suyas. Esa Montero que soporta con alegría ser la señora de, la presencia constante de la Guardia Civil, y pelos de las coletas por todos los sofás de la casa.
Pues esta Montero ha entrado en el grupo de Puebla. ¿Y qué es el grupo de Puebla? Pues parece ser un grupo con mucho sentido del humor. Dice que es: «Un espacio de reflexión e intercambio político, que trabaja por el desarrollo integral de los pueblos latinoamericanos». Veamos quiénes reflexionan ahí: Evo Morales, Luiz Inácio Lula, Dilma Rousseff, Rafael Correa, Alberto Fernández, Marco Enríquez-Omimami, y otros por el estilo. O sea, que va a estar muy bien acompañada, porque todo el grupo está compuesto por gente más o menos como ella. Recuerden la cogitación de una de esas lumbreras: «El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres».
En resumen, un grupo que, con mucho sentido del humor, dice que piensa, y que, con más sentido del humor todavía, que trabaja por el ‘desarrollo integral’. La clave está en lo que significa la palabra integral para esas personas.

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