Pero no es que lo diga yo, su cara misma lo da a entender, como se puede comprobar en esta foto en la que se le ve practicando el surf con gran entusiasmo:
https://twitter.com/gen_zeta/status/1284925695014166530
La siguiente foto también refuerza esa idea de felicidad que transmite en sus apariciones públicas:
https://twitter.com/DocentePedro/status/1288209476600958976/photo/1
Sabe que difícilmente se va a contagiar en la playa, porque la brisa del mar impide que se forme en torno a él la carga viral necesaria para que ocurra. El único riesgo que corre es que lo multen, pero no parece muy preocupado por ello.
Luego hay otra evidencia que contribuye a su felicidad, y es que no le pagan por contar los muertos, sino por entretener al personal. Eso parece que lo hace bien, porque le han dado premios y mucha gente se ha grabado su cara en la camiseta. Se conoce que lo ven atractivo, responsable y cabal. Que no le importan los muertos lo ha dicho él mismo:
«¿Qué más da una cifra más alta o más baja cuando hablamos de 28.000 víctimas? ¿Cambia algo? Ya lo dicen algunos periodistas, que un muerto resulta noticia y mil ya pasan a ser estadística. Los datos son útiles si sirven para entender el problema y darle solución».
Los muertos, cuyo número supera en mucho al citado por él, eran unas personas que en gran parte se pudieron salvar, pero el gobierno tenía otras prioridades, otra agenda. Bastantes de ellos murieron de forma lamentable, pero nada de eso altera el ánimo del Don Simón, que no debía de conocer a ninguno. Que el respeto a los ciudadanos obligue a contarlos escrupulosamente, no se lo ha debido de explicar nadie.
Queda el detalle de que es reacio a que vengan turistas, pero es que hay que explicarlo todo: https://twitter.com/CasoAislado_Es/status/1287794521418477568
Tiene el riñón cubierto, seguramente, y piensa que no va a pasar hambre en la vida. Que otros se arruinen de forma definitiva no es problema suyo. Si fueran tan listos como él no les pasaría.
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