Se
nos viene diciendo que los responsables de la crisis somos todos,
porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
De
modo que incluso los que no hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades tenemos culpa, porque estamos incluidos en ese “todos”.
Los funcionarios, en cuanto a tales, no tienen ninguna culpa de la
crisis. Tendrán su parte de culpa los funcionarios que hayan vivido
por encima de sus posibilidades. Sin embargo, se ha cargado buena
parte de ella sobre sus espaldas y se les ha echado a la gente
encima. Incluso alguien tan sensato como Punset participó en este
disparate.
Lo
cierto es que la crisis la están pagando quienes tienen culpa y
quienes no tienen, pero algunos no pagan nada.
Concretamente,
los bancos tienen mucha más culpa que los ciudadanos de a pie, hayan
sido prudentes o no. Y resulta que a los ciudadanos se les deja a su
suerte o se les rebaja el sueldo y a los bancos se les ayuda con los
impuestos de los ciudadanos.
Los
oligarcas han aprovechado la crisis para recortar derechos de los
trabajadores, que no habían caído del cielo. Y a pesar de esos
recortes y de la reducción de salarios las cifras del paro han
seguido aumentando.
Los
grandes bancos españoles, entre los que está el BBVA, también
tienen mucho ladrillo en el fondo del saco. Han contribuido a la
catástrofe. Y las ayudas que les da el gobierno a veces están
camufladas.
No
está conforme el BBVA con los recortes que han sufrido los
trabajadores. Y es de presumir que los demás bancos tampoco. Puede
que haya sido esa la señal, Mariano dice que ve brotes verdes. Lo
dice con otras palabras, pero da la misma risa. Y éstos aprovechan
el verdor de las hojas para decir: ¡Funciona, funciona! ¡Los
recortes a los trabajadores funcionan, queremos más! Ellos no se
recortan nada.
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