Se
dice que la gente odia a los bancos, cosa que no parece cierta,
porque la gente va a los bancos y se fía de los bancos y establece
negocios con los bancos en los que tiene todas las de perder.
Algunos
despabilados han conseguido engañar a los bancos, pero esos son los
menos, lo habitual es lo contrario. La gente invierte en productos
bancarios cuyas características desconoce por completo, y lo hace
porque se fía de los bancos; y firma hipotecas sin prestar atención
a la letra pequeña, esa que se pone en marcha cuando el hipotecado
no puede pagar las cuotas. De modo que la gente no odia a los bancos;
la gente se lo aguanta todo a los bancos.
¿Y
los bancos qué? Pues son los que mandan en España. Los sucesivos
gobiernos se desviven por complacerles; el presidente de turno del
gobierno come a menudo con los distintos presidentes de los bancos y
procura complacerles en todo.
El
Banco de España, que debería meter a los bancos en cintura, hace
como que hace, de lo cual se deriva la ruina de mucha gente, pero no
de los bancos, a los que se da todo el dinero público que haga
falta, pero además sin contrapartidas, y se sospecha que a veces se
camufla la ayuda, queriendo hacer ver que es al revés. A CaixaBank,
por ejemplo. No se lo cree nadie, pero a ellos les da igual.
De
modo que de lo que habría que hablar es del odio de los bancos a la
gente, porque de otro modo no se entiende tanto sadismo. Ahora se
disponen a cobrar, con la aquiescencia del Banco de España, faltaría
más, por hacer ingresos. El gobierno mira hacia otra parte. El
asunto no va con él. Pero sí que va, puesto que el gobierno vendió
los bancos públicos.
'Bélgica'
'Mala farma'
'Ascuas de luna'
'El secreto de Bretón'
'Nuestra mente maravillosa'
'La vida y obra de Teresa de Jesús contada a los niños'
'Calle Berlín, 109'
'En la orilla'
'Mala farma'
'Ascuas de luna'
'El secreto de Bretón'
'Nuestra mente maravillosa'
'La vida y obra de Teresa de Jesús contada a los niños'
'Calle Berlín, 109'
'En la orilla'
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