No
es que, como afirma, el pujolismo trabajara con esmero la disolución
de la izquierda, sino que aprovechó que la izquierda española no
encontrara su discurso.
El
PSOE, de la mano de Felipe González y Alfonso Guerra, se desvinculó
del marxismo y al hacerlo se quedaron sin nada, porque no habían
vivido el proceso del mismo modo que los socialistas de otros países
europeos. Puede ser que no asimilaran bien lo que suponía ese
cambio, o quizá se sintieron huérfanos de ideología y por eso les
vino muy abrazarse a los nacionalistas, lo que al final ha venido a
ser su perdición.
Felipe
González y Alfonso Guerra no perdieron mucho tiempo en investigar lo
que era el nuevo socialismo porque no lo necesitaban para alcanzar el
poder, que es lo que realmente querían.
Enrique
Tierno Galván pudo ser el ideólogo que necesitaba el PSOE, pero
esos dos chicos de Sevilla, como les llamba él, no querían que
nadie en el partido les pudiese hacer sombra. Luego, la víbora con
gafas, como le llamaban ellos a él, endeudó temerariamente al PSP,
el partido que había fundado, y acabó vendiéndolo al PSOE,
traicionando así a sus militantes. Tierno Galván pudo ser un gran
teórico, pero sus convicciones tampoco eran muy profundas, por lo
que se ve.
La
izquierda española sigue buscando su discurso, pero ya se ve que lo
hace por sitios equivocados. El comunismo sigue como esos focos
infecciosos que nunca se curan del todo. Y los socialistas han
elegido a un secretario general del que en defensa suya se dice que
está verde. Un partido más que centenario se ve en esa tesitura. En
este partido está José Borrell, que sí que tiene discurso, pero no
se le dan opciones de liderarlo, lo cual es una prueba más de lo mal
que está la cosa.
En
la actualidad, Felipe González diseña joyas para marquesas y José
Luis Rodríguez Zapatero sigue pensando que ha salvado a España de
un gran desastre.
'Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida'
'Escucho otra Cadencia en mi Memoria'
'Dos veces bueno'
'Cantar de Mío Cid'
'Mauthausen, después'
'Citileaks: los españolistas de la plaza real'
'Yo, Lope de Aguirre, rebelde hasta la muerte'
'Molestia Aparte'
'Escucho otra Cadencia en mi Memoria'
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