En un artículo de hace algún tiempo se
imaginó personaje literario para escribir que en su vida había
fumado un cigarrillo, reforzando así su argumento. Quienes lo
conocen se extrañaron, porque lo ven empalmar un cigarrillo con
otro.
Ahora traslada este modo de ver las cosas
a los independentistas y dice que votan a favor de los golpistas
porque saben que la independencia no se va a llevar cabo y que si
pensaran que sí se iba a producir votarían al contrario.
Seguramente se equivoca. Algunos de ellos ya se han quedado en el
paro por culpa del independentismo y muchos más saben que perderán
sus puestos de trabajo más pronto que tarde, por la misma causa, y
no obstante siguen votando, o piensan seguir haciéndolo, a los
mismos que les han perjudicado tanto.
La pulsión autodestructiva es muy fuerte
y cuando se instala en alguien no es fácil erradicarla. Quienes
eligieron celebrar una supuesta derrota como fiesta nacional
sembraron esta tendencia destructiva entre los catalanes y ha
prendido en muchos. Podrían haber elegido celebrar una victoria,
pero en este caso se habrían quedado sin un factor, que para ellos
es fundamental, pero que también contribuye a aumentar la tendencia
autodestructiva, como lo es el odio. Necesitaban fomentar el odio al
resto de España, porque el nacionalismo sin el odio no va a ninguna
parte.
El propio Francisco Rico también ha sido
atrapado por el odio, como lo demuestra el que sin necesidad alguna
dé a conocer el que siente por Rajoy. ¿Se ha parado a pensar el
señor Rico en las alternativas? Las señalo: Sánchez, Riverita,
Iglesias...¿Cree que alguno de esos lo haría mejor? No se trata
tampoco de defender a Rajoy, que en lugar de aligerar la
Administración de lastre inútil e inservible prefiere ensañarse
con los funcionarios y los pensionistas, pero es que los demás
tampoco inspiran confianza en este sentido, ni en ningún otro.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Septiembre puede esperar'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
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