jueves, 1 de febrero de 2018

Comín entra en pánico

Mucho se especula con respecto a los motivos por los que Comín pusiera su móvil a la vista de todos. Pero una de las posibilidades que hay que considerar es que se haya dado cuenta de que su situación es dramática y que vencido por el pánico ya no sepa lo que hace. Que no haya renunciado a su acta de diputado puede deberse a que todavía crea que le proporciona inmunidad y no a la ambición, como se ha dicho.
Aquí todos tienen pánico, incluso Rajoy, a pesar de que la carta ganadora está en sus manos. El Tribunal Constitucional dictó un auto según el cual todos podían considerar que habían acertado. Los que decían que no debía haberse impugnado y quienes opinaron que sí. El artículo de un jurista que ha publicado hoy El Mundo deja las cosas claras.
Parece evidente que si Rajoy hubiera tenido el margen de maniobra que sus predecesores en el cargo habría cedido igual que hicieron ellos, pero los catalanistas habían llegado ya al final de su recorrido. Se las prometían muy felices, porque el presidente estaba asustado y en situación muy débil, Sánchez estaba a su favor, como otros impresentables, y Riverita bailaba la yenka.
Y entonces sucedió lo que no habían previsto, Felipe VI pronunció un discurso que significó el fin de la aventura, porque Sánchez no tuvo más remedio que dar marcha atrás. Los impresentables se dedican ahora a tratar de desacreditar la figura del Rey.
Hay que ver la diferencia, mientras que Juan Carlos I, con su irresponsabilidad y su egoísmo, pudo dar lugar de forma impremeditada al golpe del 23-F, y fue una suerte que cogiera el teléfono Sabino Fernández Campo y no él, Felipe VI ha salvado a España de una catástrofe con un contundente discurso.
A Rajoy se le ha aparecido la Virgen, a Comín no y los impresentables, con sus críticas, señalan lo que es bueno.


No hay comentarios: