La Guardia Civil ha presentado
suficientes pruebas para depurar a un buen número de mozos de
escuadra, pero el número de ellos que se ha dado me parece escaso.
Supongo que en el constan únicamente
esos mozos contra los que se ha conseguido reunir pruebas y sobre
ellos debería caer todo el peso de la ley, con penas de cárcel y
cumplimiento íntegro de las mismas.
Pero se ha dicho además que el cuerpo de
los mozos es necesario y eso es incierto. Las competencias en materia
policial no debieron transferirse nunca y esta es una buena ocasión
para disolver el cuerpo. A los que puedan demostrar lealtad a España
se les puede ofrecer el ingreso en la Policía Nacional o la Guardia
Civil.
Pero no sólo habría que disolver ese
cuerpo policial, sino también el del País Vasco. Las policiales son
unas de las competencias que jamás debieron haberse transferido.
Urcullu, como puede comprobar cualquiera que lea los boletines de
Covite, es un tipo torticero y no se debería dejar en sus manos y en
las de sus correligionarios la autoridad sobre un cuerpo armado, al
que en cualquier momento puede volver en contra de la nación.
Habría que pues que aprovechar la
ocasión para recuperar esas competencias y otras, teniendo en cuenta
que en las actuales circunstancias la medida obtendría un amplio
respaldo popular.
Tampoco está de más repetir lo dicho en
ocasiones anteriores: si no se hubiesen transferido esas competencias
ETA habría podido cometer menos atentados. Y este es un argumento
más que suficiente para proceder inmediatamente. Pero es que el
hecho de algunas Comunidades Autónomas las exigieran es
significativo. ¿Para qué las querían? Esta pregunta ya no necesita
respuesta, porque se ha visto y el hecho de que haya pruebas contra
más 300 de mozos en el caso catalán y los disparates de Jonan en el
caso vasco lo corroboran.
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