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martes, 11 de septiembre de 2018

Otra diada más, ¿hasta cuándo?

Sólo una mente retorcida, preñada de maldad y de malasombra, pudo seleccionar la fecha de una supuesta derrota como fiesta regional.
El motivo no puede ser otro que el de insuflar odio y deseos de venganza en la población. Las personas de mente sana y llenas de amor a su pueblo eligen fechas festivas y alegres, para que las gentes del lugar disfruten y que su gozo sea el germen del compañerismo, de la amistad y de la concordia.
En cambio, los malnacidos que eligieron la derrota, y el deseo de segarles el cuello a quienes a continuación y de modo arbitrario fueron señalados como enemigos, han de inventar la derrota, tergiversando todo lo que haya que tergiversar y manipulando el sentido de la historia. También han de hacer caso omiso del deber de agradecer la ayuda recibida. La Guerra de Sucesión fue una guerra europea, más que española, en la que primero se trató de evitar que Francia se convirtiera en la nación más poderosa del mundo, y posteriormente que lo fuera Alemania. Los sinvergüenzas lo cuentan de otra manera.
Fue precisamente a raíz de Felipe V cuando Cataluña comenzó a progresar, a costa de las demás regiones españolas. Los privilegios y ventajas que se le fueron concediendo a Cataluña fueron desventajas que tuvieron que sufrir las demás regiones españolas.
Lo mejor que se podría hacer por Cataluña, que debe su prosperidad al sacrificio de las demás regiones españolas, es fomentar la gratitud entre los catalanes.
La gratitud es propia de los espíritus elevados, del mismo modo que el deseo de venganza surge en las gentes más mezquinas. Fomentar la gratitud hacia quienes se han sacrificado tanto por Cataluña es elevar el espíritu de los catalanes, mientras que avivar el rencor sirve para envilecer a los ciudadanos, o sea, multiplicar a los rufianes.

sábado, 21 de julio de 2018

El DNI de Puigdemont

Se viene comentando que Puigdemont puede moverse tranquilamente por los países de la Unión Europea, al menos mientras Pedro Sánchez presida el gobierno español, sin necesidad de renovar el DNI y el pasaporte, que necesariamente le van a caducar antes de que pueda volver a España.
Si el gobierno pasa a manos del PP o de otro partido que tenga respeto por los ciudadanos y que, por tanto, desee que se cumpla la ley, Puigdemont y el resto de los fugados deberán cuidarse de transitar por países cuyo desprecio por la euroorden, como es el caso de Alemania, Bélgica y otros, no les conste.
De cualquier modo, la situación de los prófugos, al menos en teoría, no es cómoda. Depende en gran medida de los deseos que tengan los gobiernos de los países en los que están de perjudicar a España, aunque sea perjudicando su propio sentido de la justicia, su propio respeto por sí mismos. Queda pendiente, no obstante, la cuestión de la Tarjeta Sanitaria Europea. Es de esperar que el gobierno español se la haya retirado a todos, incluso la de Ana Gabriel, puesto que han rehusado presentarse ante el juez para explicarle su comportamiento. Es mucho esperar de este gobierno surgido de un modo tan miserable que cumpla con su obligación, pero es probable que no sea eterno, a pesar de que se le nota claramente que lo desea. Así al menos cuando haya un cambio los prófugos quedarán sin atención sanitaria y habrá que ver si hay alguien dispuesto a correr con los gastos.
De momento, quienes les han sucedido en los cargos no tienen ninguna intención de recorrer el mismo camino. Gritan mucho, pero no dan un paso en falso, no tienen madera de héroes. Los prófugos tampoco, lo han demostrado al fugarse. Se creían impunes y ya han visto que no. Corren el peligro, además, de ser expulsados de sus partidos.

sábado, 14 de julio de 2018

Que se lo queden

Si la suerte de la Unión Europea depende de los alemanes ya podemos ir recogiendo los trastos. La actitud de esos jueces que protegen a Puigdemont debería haber levantado oleadas de indignación en toda Alemania.
Seguramente, en el caso de los alemanes que residen en España ha sido así. Esos jueces son unos malcriados, se han entrometido en un terreno que no es el suyo y han ofendido gratuitamente a los jueces españoles. Han hecho el ridículo, además, en su explicación. Han usado el poder que les otorga el Estado alemán de forma caprichosa y lesiva para los intereses de un aliado leal. Estos jueces han puesto a su país, Alemania, al nivel del betún.
No tienen educación, ni conocimientos históricos, ni saben defenderse de sus propios prejuicios. En lugar de servir a la sociedad, la perjudican.
Un alemán, a partir de ahora, en términos generales y hasta que no demuestre lo contrario, particularizándose para desmarcarse de esos burros, es un señor que da mucha risa. Inspira jocosidad, está a la altura de Puigdemont, ese payaso malo al que tanto cariño parecen tenerle.
Es de esperar que aunque ‘Pedro de la Preveyéndola’ esté conforme con la sentencia de esos jueces de pacotilla (¿con qué disparate no estará conforme ese hombre?), ni el Tribunal Supremo ni el buen juez Llarena, cuyas enseñanzas servirían de provecho a esos individuos si no fuesen tan cortos no se rindan y les devuelvan la pelota. Que se queden a Puigdemont en Alemania, que lo dejen deambular libremente por el mundo, que vaya a donde quiera a hacer el mal, porque es incapaz de otra cosa, ya que en España no podrá. Si pisa suelo español será puesto enseguida a buen recaudo, salvo que el de la Preveyéndola siga a los mandos cuando ocurra y decida otra cosa. Porque lo cierto es que de traidores vamos bien servidos.

miércoles, 4 de abril de 2018

En homenaje al juez Llarena

Puesto que los totalitarios odian la ley, porque les impide llevar a cabo sus caprichos si no están dentro de ella, y en consecuencia tratan de amedrentar y acollonar a los jueces que hacen su trabajo honradamente, bien se merece este juez un aplauso.
Aunque algunos engolados juristas han puesto reparos a algunos de los autos del juez Llarena, pero lo han de forma educada y no como otros, vinculados a la causa separatista, a los que no merece la pena tener en cuenta, los hechos demuestran que ha hecho un trabajo se artesanía que ha recibido el espaldarazo de la fiscalía alemana. Queda ahora esperar que el tribunal alemán esté a la altura y decida entregar al cobarde fugitivo a la justicia española, para que sea juzgado por los gravísimos delitos que se le imputan.
Si la justicia alemana se comportar del modo ejemplar que se espera, y por ahora todo hace pensar que será así, marcaría el camino a los demás países que también acogen a fugitivos españoles. De momento, Escocia ha dejado en libertad a Clara Ponsatí, lo cual es una medida discutible, puesto que aunque se entregó voluntariamente a la policía, anteriormente se había fugado de España para refugiarse en Bélgica, por lo que el riesgo de fuga para el caso de que viera que las cosas no se desarrollan según sus deseos es evidente. El juez Llarena ha un trabajo muy exhaustivo y meritorio y la justicia británica debería respetarlo. Por parte de los tribunales belgas y suizos, a estas alturas y vistos los antecedentes, no cabe esperar una actitud coherente con la idea de Europa y con la lealtad debida entre los países. Es posible que con un desconocimiento total de la historia de España, incluso de la más reciente, no tengan reparos en hacer el ridículo, aunque cabe la posibilidad de que el ejemplo de Alemania les haga entrar en razón.

viernes, 11 de marzo de 2016

Ignorante y fascista

Fue en la presentación de un libro en el cual, según contaba su autor, se les atribuye a los alemanes la tentación de resucitar el 4º Reich, producto del deseo irreprimible de convertirse en la gran potencia mundial.
Esto es tan descabellado como improbable. Alemania ha tenido la suerte de que la crisis ha surgido cuando su situación económica era mejor que la demás naciones de la Unión Europea, pero unos años antes no habría sido así. El tratamiento que Alemania receta a los demás para la crisis es el que funciona en Alemania, porque la mentalidad de los alemanes se ajusta a él.
Ese intento de satanizar a Alemania proviene de la extrema izquierda en general y Podemos la difunde con gran éxito. Es radicalmente injusto, porque Alemania no tiene la culpa de que Grecia haya hecho tantas trampas con sus cuentas, ni de que los griegos acaudalados saquen su dinero del país. Sí que tiene la culpa Alemania, junto con los demás países de la Unión Europea de haber dejado entrar en ella a Grecia, con cuentas falsas, y de no haberla vigilado sus actuaciones después.
Otra característica de este libro, siguiendo el relato que iba haciendo quien lo escribió, es que los etarras, que también aparecen en él, son malos, quizá porque nadie podría admitir otra cosa, pero “las fuerzas de represión” son peores. Justificaba el escritor que en esa historia suya ETA atentara, puesto que un partido había ganado unas elecciones democráticas y las elites no lo consentían.
Intervine en el coloquio para hablar de UPyD y de Rosa Díez. De ese partido dije que había intentado cambiar las cosas por medios democráticos y no se le había consentido. Y que a Rosa Díez se la había tratado de arrogante y dictatorial cuando todos los demás líderes políticos dirigían sus partidos con más autoritarismo que ella.
También hablé de Venezuela y de Irán y de que en Podemos no hay ningún interés en la democracia. Es un partido totalitario.
Había podemitas en la sala, de modo que la palabra fascista tenía que pronunciarse. Y también la de ignorante.

miércoles, 29 de abril de 2015

Guardiola y Garitano

Son muchos los que han salido en defensa de Garitano, e incluso por parte de la directiva del Almería se le ha pedido perdón y se ha insultado a quienes, con razón, protestaron.
El nacionalismo, que es incompatible con la democracia, ha generado tal confusión que la polvareda resultante impida que muchos vean que la educación no es incompatible con los derechos, sino que los refuerza.
Es agradable que uno pueda hablar la lengua que quiera en cualquier lugar del mundo. Que yo, por ejemplo, hablara en español en la abadía de Montserrat, o frente a la casa de Sabino Arana. Si uno está con españoles en Alemania es lógico que hable en español. E incluso si hubiera alemanes en el grupo y esos alemanes supieran español. Pero cuando uno tiene que hablar para mucha gente debe hacerlo en el idioma que entienden todos. Eso es lo educado.
Garitano habló en euskera en una rueda de prensa en la que sólo un pequeño porcentaje de asistentes hablaban esa lengua. Es lógico que quienes no la entendían protestaran. Lo que hizo Garitano fue una falta de respeto a los asistentes. Alegan muchos que los catalanes hacen lo mismo y no pasa nada. Pero son los catalanes los que actúan así, sino los catalanes contaminados por el nacionalismo. Lo que ocurre es que cómo protestan por cualquier cosa, porque lo que les caracteriza es el victimismo y el lloriqueo (el que no llora no mama), se les consiente todo.
Me parece muy bien que si todos los asistentes a una reunión saben catalán utilicen este idioma, y lo mismo si es el euskera. Pero si en un hilo en el que participan personas de muchos lugares y en el que el se está hablando en español ponga alguien un mensaje en otra lengua es una falta de educación.
Guardiola debe de ser muy bueno en alguna cosa, pero en las que a mí me interesan mete la pata una y otra vez.
 

 

sábado, 11 de abril de 2015

Gregorio Morán nos la da con queso

Es sabido que cualquier vino, si se toma con queso, parece bueno. La sabatina de hoy está dedicada a Grecia y Syriza y de paso también a España. Hay que acercar la lupa.
Es cierto que no se debió dejar entrar a Grecia en la Unión Europea, porque presentó unas cuentas amañadas, pero quien pidió entrar e hizo trampa con las cuentas fue Grecia.
Es cierto que la Unión Europea no examinó con esmero en ningún momento las cuentas que fue presentando Grecia, pero fueron los sucesivos gobiernos de este país los que estuvieron engañando todo el tiempo.
Es cierto que el gobierno de Syriza es legítimo, puesto que ha ganado las elecciones, pero también lo es que su problema ahora consiste en cumplir las promesas que ha hecho. Los demás países de la Unión no tienen la culpa de eso.
Con respecto a España cabe decir que tampoco se debió dejar entrar a nuestro país en la Unión Europea, habida cuenta de que la separación de poderes es inexistente.
Alemania no tiene la culpa de que España en lugar de reducir su elefantiásica Administración haya cargado la crisis en los más indefensos. Alemania no tiene la culpa de que los votantes españoles castiguen negándole el voto al único partido que aboga por adelgazar las estructuras del Estado y por la separación de poderes.
Alemania no tiene la culpa de que los votantes españoles opten por los políticos corruptos que malgastan el dinero de los impuestos.
Alemania no tiene la culpa de que las instituciones españoles no funcionen igual de bien que las alemanas.
Lo que hace Alemania es decirles a España y Grecia que han de ahorrar, pero no les dice dónde han de aplicar los ahorros. Si en España tenemos una gran cantidad de políticos que no saben hacer la o con un canuto y otra no menos numerosa cantidad de políticos con la cara muy dura es asunto nuestro, no de Alemania.

jueves, 22 de mayo de 2014

Merkel y Sarkozy, en su propia trampa

Los presidentes de Alemania y Francia recogen ahora el fruto de su imprevisión en los tiempos pasados cuando la Unión Europea era para ellos un mercado en el que colocar sus productos.
Al llegar el tiempo de las vacas flacas se han encontrado con la otra cara de la moneda, que no les gusta tanto, y ya afloran en ellos las tentaciones nacionalistas, tan contrarias al espíritu de la Unión.
Vistas las cosas teniendo en cuenta la situación actual, parecen razonables las posturas de ambos, pero si se tiene en cuenta la historia y se piensa en los motivos por los que se ha llegado a la situación actual, la conclusión a la que se llega es que sus actitudes son muy egoístas. No se han dedicado a construir Europa, a inculcar en los ciudadanos europeos la idea de la Unión, sino a llenar de productos y cacharros alemanes y franceses los hogares griegos, búlgaros, croatas, irlandeses, lituanos, etc.
No se preocupaban por controlar lo que iba ocurriendo, sino que sólo pensaban en vender y vender. En este sentido, también debieron ser más cuidadosos a la hora de permitir la entrada de determinados países, que quizá hicieron trampa a la hora de presentar las pruebas que demostraban que cumplían los requisitos.
Tampoco ahora, en los tiempos difíciles, dan la talla. La Unión Europea es una necesidad para todos los países miembros y las soluciones que hay que buscar deberían ser consensuadas y pactadas entre todos. Una vez que Grecia está dentro de la Unión no se la puede echar ni dejar caer, entre otras cosas, porque todos saldríamos perdiendo. Y es injusto que se haga pagar a los griegos pobres la factura (los griegos ricos se llevan su dinero).
Cerrar los ojos a la realidad no lleva a nada bueno y la realidad dice que la Unión Europea es neceria y hay que tomarla en serio.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Ganó Merkel de nuevo

El nuevo triunfo electoral de la canciller alemana, en principio, no es bueno para nadie. Ni siquiera para los propios alemanes.
Acaso haya ocurrido porque no tenía un rival fiable, que el signo de los tiempos que vivimos. A la política no llegan más que mediocridades o esperpentos como Berlusconi.
Merkel ha ganado por su política nacionalista; es decir, por su egoísmo extremo. Ha sabido aprovechar que la crisis ha pillado a Alemania en situación dominante en el seno de la Unión Europea para aprovechar todas las ventajas que le ofrece la situación en beneficio de su país. Si la crisis hubiera tenido lugar unos años antes, cuando la situación económica de Alemania no era tan buena, otro gallo le hubiera cantado.
Merkel ha ganado porque no le tiembla el pulso cuando se trata de condenar a otros europeos a la pobreza sempiterna, pero evita tomar esas mismas medidas en su propio país cuando la situación lo aconseja. Dureza con los demás europeos, sobre todo con los más pobres, y flexibilidad con los alemanes, es su lema.
Es malo para los alemanes que haya ganado ella porque tanto egoísmo no es bueno para nadie. Aquí en España ya sabemos cómo se las gastan esos que con tal de conseguir rentabilidad electoral son capaces de lo que sea. Merkel está, más o menos, a la altura de Patxi López, por citar uno sólo. La lista sería interminable.
Pero sobre todo es malo que haya ganado ella porque hay que construir la Unión Europea con la mayor rapidez posible y, evidentemente, no es la persona más indicada. Sería conveniente que al frente del país más influyente en la Unión hubiera alguien capaz de pensar en ella.
Tampoco hay que perder de vista otro detalle. Las decisiones que toma Merkel afectan a todos los ciudadanos de la Unión Europea, pero sólo unos pocos, relativamente pocos, la han podido votar.