En
el libro '1978. El año en que España cambió de piel' hay un
capítulo titulado El periodismo en 1978. Ese capítulo y la
envidia de otros hacen que la prensa no hable de él.
Pero
de la lectura de ese libro se desprende que tal como se plantearon
las cosas ese año el desastre era inevitable. Hay testarudos que no
lo quieren ver y no lo van a reconocer nunca, pero las cosas son como
son.
Si
en 1978 se hubieran hecho bien las cosas el nacionalismo no habría
podido hacer tanto daño, sembrando el odio, tergiversando la
historia, inventando hechos históricos, o rapiñando méritos
ajenos.
Dice
Felipe González, uno de los protagonistas de 1978, que no ve
corrupción en Pujol y resulta que éste, en política, no ha hecho
nada que no sea corrupto. Fomentar el odio al resto de españoles es
un acto intrínsecamente corrupto. Lo que ocurre ahora en Cataluña
era inimaginable, salvo para unos cuantos visionarios, en 1978. En
este año, unos cuantos que mandaban mucho y estaban en la inopia se
empeñaron en considerar demócratas a los nacionalistas. El
nacionalismo es profundamente antidemocrático. El nacionalismo es
xenofobo y racista. El nacionalismo es ilógico. Y ahí está,
marcando su ley en Cataluña y el País Vasco. Rajoy tiene tendencia
a hacer de don Tancredo, pero es que el guaperas que ha surgido en el
PSOE hace recordar a Zapatero, que habría sido un magnífico
presentador de televisión, pero que equivocó la carrera y acabó en
presidente del gobierno. Y el PSOE, como quienes se divorcian y se
vuelven a casar con alguien que es un calco del anterior.
El
odio ha tomado las calles de Barcelona. El odio siempre trae pobreza.
¿Para cuántos? Para muchos. Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis
están en marcha y los memos ríen contentos, sin reparar en la que
les va a caer encima. Los bordes calculan la actitud que les
conviene tomar.
1 comentario:
Ahí está la película, Las Autonosuyas, de absoluta vigencia.
Pero esto ya no lo arregla ni dios. Paradojicamente podremos ver como Cataluña se desgaja de España y el principal caustante del estado de las autonomías, el País Vasco y su terrorismo, continuará en España dado el pingüe beneficio que saca y mas que sacará cuando sea la única frontera con Francia de España.
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