Me permito recordar que distingo entre
catalanes y catalufos y que este último término no es invención
mía, y hace referencia a la afición que tienen los nacionalistas a
los inventos, las mentiras, las quimeras, o sea, que tienen algún
tipo de similitud con los aficionados a la ufología. Los catalanes,
lógicamente, son los sensatos, los respetuosos con la ley, los
demócratas, los que se pueden incluir en Tabarnia.
La cuestión es que en la manifestaciones
independentistas suelen utilizar como eslogan un pensamiento de
Gandhi, como si lo arrojasen a la cara de quienes se les oponen: «Las
leyes injustas no deben ser obedecidas». Eso es un alarde de
ignorancia malintencionada, porque los compatriotas de Gandhi no
habían intervenido en la redacción de las leyes por las que se les
regía, ni las habían votado, mientras que los representantes de
Cataluña sí que intervinieron en la redacción de la Constitución
y luego los catalanes la votaron mayoritariamente. Según un estúpido
argumento, los catalanes actuales no la han votado, pero es que en
ningún lugar del mundo se vota la Constitución cada diez o quince
años.
Por otra parte, Gandhi jamás podría
haber estado a favor de los secesionistas, habida cuenta de que era
pacífico, mientras que los nacionalistas necesitan de la violencia
física o moral, si no tienen capacidad para obligar, imponer,
prohibir, violentar a los disidentes, no son nadie.
Si en lugar de imponer su criterio por
todos los medios a su alcance se hubieran limitado a intentar
convencer, sin coacciones ni violencias de ningún tipo a estas
alturas ni siquiera tendrían representación parlamentaria. Habrían
desaparecido.
Los
nacionalistas incitan al odio, Gandhi dijo esto: «Dios
no ha creado fronteras. Mi objetivo es la amistad con el mundo
entero».
De
modo que no tienen ningún derecho a citarlo y mucho menos a hacerlo
de modo torticero.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La piel del deseo'
'Alicia lo sabe'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'La piel del deseo'
'Alicia lo sabe'
No hay comentarios:
Publicar un comentario