Es una vergüenza y un peligro para España y los españoles y unos cuantos integrantes de su partido formen parte del gobierno. Todas sus actividades, además, están enfocadas a hundirnos en la miseria, pasando antes por el ridículo.
Iglesias, que se siente muy cómodo en compañía de terroristas y delincuentes, pretende ‘regalarnos’ una ‘democracia’ como la de Venezuela. El mayor obstáculo que encuentra para conseguir sus propósitos es el Rey, la última esperanza de los españoles que desean seguir viviendo en democracia.
Iglesias, ese espantapájaros con moño, juró fidelidad al Rey y a la Constitución y no respeta ni a uno, ni a la otra. Encima, la patria, a la que tanto daño hace y quiere hacerle más, ha de proteger su casa de pacíficos manifestantes con decenas de policías, mientras que él ha venido promoviendo el acoso a otros a lo largo del tiempo.
Sánchez, el Felón, título que le ha quitado a Fernando VII, tenía una solución muy fácil y beneficiosa para él, para su partido y para España tras las elecciones y consistía en formar gobierno con el PP. Esta solución les gusta a muchos socialistas sensatos, algunos de los cuales han dejado de votar al partido de sus amores y otros no lo han hecho, lo siguen votando, pero siguen con pesar y zozobra las evoluciones de este tipo que si carga al partido y a España se puede estar seguro de ya no lo conseguirá nadie.
Sánchez no se alió con el PP porque es esclavo de sus pasiones y una de las más importantes que tiene es el odio. Escribí en su día que al aliarse con Podemos había optado por suicidarse políticamente. Prefirió esto antes que aliarse con el PP. Por cierto, es posible que Podemos ahora se llama Podamas, o Pudrimos, porque aquel detectó que su nombre primero era copia de uno que existía en Venezuela y para disimular esto...
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