Algunos históricos del partido, no todos, Javier Solana no, hartos de ver como su prestigio mengua, debido a su sometimiento servil al líder del partido, y de ser el hazmerreír por este motivo, se han plantado y han exigido al presidente del gobierno que rompa con Podemos. No quieren ser tenidos en el futuro como responsables, por su silencio cómplice, de la catástrofe que se cierne sobre España auspiciada por sus enemigos internos, esos que hasta ahora han venido sosteniendo a este g0bierno que tan nefasto está resultando.
El virus chino ha venido a ser la guinda que faltaba, pues ha puesto de manifiesto la ineptitud y el desinterés por la suerte de los españoles. No sólo ha muerto un número considerablemente alto de ciudadanos, muchos de ellos de forma cruel y lamentable, es que el gobierno ni siquiera los ha contado, evidenciando la misma falta de respeto hacia ellos que tiene por las víctimas de ETA, bastantes de ellas socialistas, como lo demuestra su pacto con Bildu, o con ERC, partido que también da cobijo a terroristas, sino que también ha hundido la economía española, que es lo que desea su hasta ahora socio Podemos, cuyo líder presumió de ser el responsable único de las residencias de ancianos y hasta el momento no ha visitado ninguna, porque está dedicado a ver series de televisión y no le da tiempo.
Estos personajes del PSOE se han hartado y han dicho basta. Ya era hora de que lo dijeran. Pero hay que tener en cuenta también los riesgos que corren, porque Sánchez es narcisista y psicópata, por lo que no tolera que le discutan, ni le lleven la contraria. No hay más que fijarse en cómo se pone con Ayuso, que lo hace, contra la que ha lanzado a todos sus perros de presa.
Ahora se abre una nueva etapa en el gobierno, puesto que para Sánchez ser el presidente es vital. Se espera que otros partidos acudan gratis en su ayuda, porque si no es así, puede cometer cualquier disparate.
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