jueves, 3 de octubre de 2013

Francesc-Marc Álvaro es de cuidado

Por tratarse de alguien que escribe en La Vanguardia ya se adivina con bastante aproximación de qué va el asunto. Pero es que ahora le ha dado por pillarle las trampas a Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza y ex ministro.
La cuestión es que Belloch llama la atención al PSC por su deriva nacionalista y eso le parece tramposo a Francesc-Marc, que, por su parte, obvia que el socialismo, por su vocación universal, no tiene nada que ver con el nacionalismo, que es una ideología reduccionista y cuyo funcionamiento recuerda a las religiones y en cualquier caso está al servicio de unos pocos.
Francesc-Marc Álvaro ha escrito esto el soberanismo catalán es un movimiento pacífico y democrático que convoca grandes manifestaciones de talante cívico. y justamente un día antes Fracesc de Carreras había dicho que “Alguna vez habrá que explicar con detalle, nombres y apellidos incluidos, los efectos de este maccarthismo catalán de los últimos treinta años: los vetos a personas para ciertos cargos, los criterios sectarios para escoger a otros, la selección de los directores de programas y de los colaboradores de los medios de comunicación oficiales, las desmesuradas subvenciones a unas asociaciones y la sistemática exclusión de otras. La apropiación de la sociedad civil por parte del poder político catalán ha tenido efectos devastadores para la existencia de una sociedad democrática libre. “
Tan pacífico es el llamado soberanismo catalán que Albert Boadella fue a comer a un restaurante de Barcelona y un número indeterminado de energúmenos ha dicho que no volverá a ese restaurante como represalia por haber admitido al genial dramaturgo, que dicho sea de paso tuvo que irse de Cataluña. También se ha ido de Cataluña Félix de Azúa, para que esos pacíficos soberanistas no adoctrinen a su hija en el odio contra España.
Tan democrático es el soberanismo catalán que se difundían carteles en los que se pide la expulsión de Cataluña de Arcadi Espada y Jon Juaristi. Duran Lleida se queja de que le llaman botifler. No creo que le digan eso Francesc-Marc Álvaro.


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