A
mí que me pongan junto a los que sufren de forma injusta, no quiero
tener relación con quienes se han alegrado de que salgan de la
cárcel quienes han hecho méritos más que suficientes para estar
encarcelados de por vida.
Pero
me parece adecuado dejar constancia de este párrafo del artículo de
José María Ruiz Soroa, titulado La ley no tolera atajos, que
recomiendo leer en su totalidad.
“Lo
que este tribunal ha declarado incompatible con el Convenio Europeo
de Derechos Humanos es la aplicación retroactiva de esa “doctrina”
a delincuentes que habían comenzado a cumplir sus penas antes de
que, en una malhadada decisión de 2006, el Tribunal Supremo español
decidiera cambiar sobre la marcha las reglas del juego y mantener a
una terrorista en prisión más tiempo del que le correspondía.”
Conviene
anotar también que en la sentencia del TEDH hubo tres votos
discrepantes, suscritos por siete de los diecisiete jueces que
formaban el tribunal, y entre esos siete no está Luis López Guerra
y un voto concurrente.
Las
víctimas del terrorismo, que son las víctimas más inocentes de
todas las víctimas, son las que salen perdiendo siempre, a causa de
la desidia de los políticos, o de los intereses electorales de
éstos, o de la improvisación, y en definitiva que, en términos
generales, la casta política no se toma en serio a las víctimas.
Tengo
escrito, y de modo repetido, que si existen asociaciones de víctimas
es porque el Estado no les hace caso. Las víctimas pueden ser
mejores, buenas, malas o peores, pero son víctimas y por el simple
hecho de serlo deberían recibir una atención especial por parte del
Estado. En lugar de eso, se les ha intentado dividir y enfrentar
entre ellas.
En
mi opinión, hay que acatar la sentencia, porque la casta política
española ha venido haciendo las cosas mal. Pero lo primordial es
estar con las víctimas y comprender su dolor. La alegría, en este
caso, hay que dejarla para los canallas.
'Iluminados y perversos'
'Cien palabras'
'La caída de Madrid'
'La muchacha de Catulo'
'Niños, adolescentes y redes sociales'
'El franquismo'
'Hablar en público y en privado'
'El olvido de sí'
'Cien palabras'
'La caída de Madrid'
'La muchacha de Catulo'
'Niños, adolescentes y redes sociales'
'El franquismo'
'Hablar en público y en privado'
'El olvido de sí'
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